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¿Qué sería del mundo si nos quedáramos sin abejas?

Por Fernando Lapolla. Las abejas son de vital importancia para el planeta, de ellas depende alrededor del 60% de la polinización mundial –la polinización consiste en el transporte del polen desde los órganos florales masculinos (estambres) de una flor hacia los femeninos (estigmas) de otra, produciendo de esta manera la germinación y la fecundación que da inicio a nuevas semillas y frutos–, otros insectos, el aire, el agua e inclusive los pájaros, son los responsables del 40% restante.

“Si las abejas desaparecieran, a la humanidad le quedarían cuatro años de vida”. Esta frase, puede parecerte exagerada, ¿pero si te dijera que se le atribuye a Einstein, pensarías diferente?

Si se produjera la desaparición de las abejas, se generaría un enorme reto para la humanidad, ya que se vería seriamente afectada la biodiversidad, los alimentos que consumimos y también la economía ya que muchos de los alimentos serían inviables para producirlos. Como ejemplo podríamos enumerar a las manzanas, los zapallos, los duraznos entre otros, polinizarlos de manera manual sería muy costoso lo que llevaría a que solo una ínfima porción de la población pudiera consumirlos.

Conocerlas es una buena manera de cuidarlas
La colonia de las abejas está compuesta por una reina, las obreras y los zánganos. La única hembra sexualmente desarrollada es la reina, la cual se aparea sólo una o dos veces en su vida con múltiples zánganos. Después de aparearse, almacena el esperma, en un área especial de su cuerpo, para luego poner huevos por el resto de su vida que son alrededor de 3 a 5 años.

Ella también organiza y motiva, a través de la liberación de feromonas, a las obreras para el trabajo diario que debe realizarse en la colmena. Algunas de estas tareas son: la protección, construcción de los panales, limpiar, alimentar a las crías, almacenar, recolectar néctar, polen y agua, masticar el néctar para transformarlo en miel, entre otras. El único propósito de los zánganos es el apareamiento con reinas.

Una reina puede poner dos tipos de huevos: fértiles o no fértiles. Los huevos no fértiles se convierten en zánganos, mientras que los huevos fértiles se convierten en obreras o nuevas reinas, éstas últimas luego iniciaran una nueva colmena.

Brindarles un ambiente sin agroquímicos
Es importante no pulverizar con insecticidas los cultivos, si necesitas controlar algunos insectos que son dañinos, usa agentes orgánicos o de control biológico. Mientras más variado sea el hábitat que le proporciones a los insectos benéficos, en tu jardín o plantación, mayor será la cantidad de ellos que los habiten.

Generar un hábitat para que puedan protegerse y reproducirse
La mayoría de las abejas son solitarias, en lugar de vivir en una colmena grande como lo hacen las abejas que producen miel, son madres que trabajan para proporcionan néctar y polen para unos cuantos huevos a la vez. Después de haber provisto comida para cada huevo (en forma de una pequeña barra redonda o cuadrada que la abeja misma moldea con el polen que recolecta), la madre sella la cámara de anidación. Una vez que completa su trabajo se marcha.

Generalmente la mayoría de estas abejas solitarias anidan en el suelo, si dejas un espacio de tu jardín o cultivo con hojas en el suelo, el pasto más alto o la tierra sin remover, esto les proporcionará un lugar seguro para que formen sus nidos. Y es posible que te sorprenda saber que ninguna abeja macho tiene aguijón.

Plantar flores silvestres
Las flores silvestres nativas son especialmente adecuadas para alimentar a los polinizadores que han evolucionado junto con ellas, esto les proporcionan una dieta variada y equilibrada para mantenerse saludables.

Es muy importante plantar variedades de plantas que florezcan en diferentes momentos durante la temporada. Esto, además de embellecer tu jardín, le permitirá a las abejas tener siempre una fuente de alimento durante el tiempo que se encuentran activas.

Datos curiosos:
Las flores favoritas de las bajas son las que tienen colores distintos al rojo, la mayoría de las abejas no pueden ver el rojo, el blanco, el amarillo, el azul o el morado por lo general suelen ser sus colores preferidos.

Ninguna abeja macho tiene aguijón, por lo que no pueden picarte. Las hembras solo lo harán si se sienten amenazadas.

Existen varios emprendimientos que realizan el servicio de polinización, uno de ellos es Beeflow, llevan a tu cultivo las colmenas en el momento de floración, para mejorar la fecundación de las flores y de esta manera obtener mayor cantidad de frutos.

Ahora que las conoces, y sabes lo importante que son, cuidalas.


* El mercedino Fernando Lapolla es ingeniero agrónomo y ex funcionario provincial