El crecimiento de la Inteligencia Artificial y los múltiples usos que adquirió desde fines de 2023, cuando salió al mercado ChatGPT, borraron del mapa todos los avances en realidad aumentada y realidad virtual.
Ahora que ya pasó el “efecto objeto brillante” vinculado a esa tecnología, cabe preguntarse: ¿Nos acercamos al límite en cuanto a interacción y experiencia de usuario? En las próximas líneas vamos a hablar de los avances que tienen el potencial de hacer que Internet se parezca mucho a la vida fuera de él.
Realidad virtual apta para consumo humano
Lo dicho, la IA hizo que se dejara de hablar tanto de realidad virtual y del Metaverso como “lo más innovador del mercado”. Sin embargo, los desarrolladores no disminuyeron el paso y el sector VR siguió avanzando. Esta tecnología promete revolucionar la experiencia en el casino en línea en España y ampliar su espectro de aplicaciones, con foco en la educación, la logística, la moda y la prevención de accidentes.
Lo que hemos visto hasta ahora de realidad virtual es apenas un acercamiento a lo que vendrá. Mientras los dispositivos de hoy siguen pareciéndose a unas antiparras de esquí, lo que viene probablemente sea más parecido a unos anteojos de sol. Este cambio sustancial en el hardware, junto con el abaratamiento de costos, tiene el potencial de hacer crecer de golpe este sector.
Realidad aumentada: Combinar lo de afuera con lo de adentro
A veces la tecnología se adelanta a su uso. Por ejemplo, cuando Alfred Kastler creó el rayo láser en 1960 no se le conocía ningún uso práctico. Era simplemente un logro científico. Hoy el láser sirve para hacer cirugías, para leer CDs y códigos de barras y es una tecnología que sustenta la fibra óptica a través de la cual obtenemos internet. Así de importante.
Con la realidad aumentada y la realidad virtual está pasando algo parecido. Aunque todos podemos ver su enorme capacidad, la mayoría de las personas aún no hemos incorporado su uso diariamente y solo conocemos su aplicación en juegos.
Sin embargo, la realidad aumentada tiene múltiples usos, que van desde proyectar los muebles dentro de un piso que quieres comprar o reformar hasta colocar, mover y controlar múltiples pantallas virtuales de trabajo en tu salón.
Experiencias personalizadas, casi como si te leyeran la mente
Las máquinas aprenden de manera automática. Esto quiere decir que pueden analizar datos del usuario, como sus interacciones en redes o sus datos de compra, para ofrecer experiencias hechas a la medida de sus gustos y preferencias.
Suena futurista, pero esta es la tecnología de inteligencia artificial que está detrás del algoritmo de Netflix a la hora de sugerirte tu próxima serie, o de las redes sociales cuando te recomiendan uno u otro perfil.
Los casinos en línea también aprovechan estos lenguajes de aprendizaje automático para sugerir juegos, productos y contenidos vinculados a cada perfil. Es decir, si una persona prefiere el póker, se le ofrecen nuevos juegos de póker y no una selección de tragamonedas que podría no interesarle.
Chatbots
Otro uso sumamente extendido de la IA en distintos sectores es como motor detrás de los chatbots. Los asistentes virtuales se han convertido en un método para filtrar consultas muy eficiente en varios sectores.
Por ejemplo, sirven para sacar turnos de salud a través de un sistema de software automatizado o para responder algunas de las preguntas más comunes a la hora de contratar un servicio.
Su uso está muy extendido en las secciones de ventas y atención al cliente, pero incluso pueden servir para el cliente interno, como una especie de “segundo cerebro” de los empleados, para facilitarles el trabajo y poner a su disposición todo lo que necesitan.
Pagos con criptomonedas: La próxima trinchera
Las criptomonedas ya no son un tema “de nicho” manejado por unos pocos. Los medios masivos publican la cotización del Bitcoin y la compra o venta de tokens se ha extendido en varios niveles, sobre todo entre los jóvenes.
En países como Argentina, con altos niveles de inflación, el volumen de transacciones cripto va en aumento. De hecho nuestro país, junto con Brasil, son los que más han marcado la tendencia de compra de criptomonedas en Latinoamérica.
La gente resguarda sus ahorros a través de monedas como Bitcoin, Ethereum o las stablecoins, que son opciones cripto que cotizan uno a uno con el dólar o el euro, dependiendo el caso.
Aunque su uso como token para resguardar el valor de los ahorros está bastante extendido, también es cierto que no son aceptadas como medio de pago en todas partes. Principalmente, los casinos suelen tener opciones de pago con criptomonedas, pero en muchas ocasiones ni siquiera tienen varias opciones, solo aceptan las cuatro o cinco más conocidas.
Una tendencia que se avizora en el horizonte de Internet es la adopción de criptos como método de pago en más y más sitios. Gigantes como PayPal y Stripe ya están trabajando en proyectos de este estilo y por ese motivo es probable que cada vez veamos a más gente comprándose ropa con BTC, por ejemplo.