Más de mil millones de niñas, niños y adolescentes en todo el mundo ven amenazada su seguridad, educación y dignidad, y cada vez más, la violencia y los desastres relacionados con el clima socavan sus derechos y su futuro.
En la primera Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la violencia contra los niñez, realizada en Bogotá los días 7 y 8 de noviembre y auspiciada por los gobiernos de Colombia y Suecia, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) hace un llamado para que se tomen medidas contundentes e inmediatas para proteger a la niñez.
“Los Estados, las organizaciones y las comunidades deben reconocer las consecuencias a largo plazo de no proteger a la niñez”, dijo Gurvinder Singh, Asesor Senior de la IFRC para la Protección de la Infancia.
“La violencia y el abandono tienen profundas repercusiones en la sociedad y alimentan ciclos de pobreza, problemas de salud e inestabilidad. Nos encontramos en un punto crítico: el mundo debe comprometerse a salvaguardar a los niños, niñas y adolescentes de todas las edades, géneros y capacidades.”
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) hace un llamado para que se tomen medidas contundentes e inmediatas para proteger a la niñez.
La violencia y los desastres climáticos figuran entre las amenazas más urgentes para la infancia. La mitad de los niñas, niños y adolescentes siguen sin poder ejercer su derecho a una vida libre de violencias, que siguen omnipresentes, tanto en entornos cotidianos como humanitarios. La niñez está expuesta a violencia física, emocional y sexual en espacios destinados a protegerla, como hogares, escuelas y comunidades.
Al mismo tiempo, los desastres relacionados con el clima -inundaciones, olas de calor y tormentas- aumentan el riesgo de daños, desplazamientos y explotación de los niños. A medida que aumentan las emergencias climáticas, también deben aumentar las inversiones en la protección de la infancia, centrándose en la alerta temprana, la acción temprana y las medidas proactivas para proteger a la niñez antes de que se produzcan los desastres. Especialmente a quienes con demasiada frecuencia son dejados de lado y abandonados en sus comunidades, como las niñas y niños con discapacidad.
La niñez está expuesta a violencia física, emocional y sexual en espacios destinados a protegerla, como hogares, escuelas y comunidades.
Las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja aportan una vasta experiencia en la ejecución de programas localizados para proteger a los niños de la violencia, el abuso y la explotación. Trabajan para garantizar un acceso seguro, igualitario e ininterrumpido a una educación de calidad e inclusiva y a oportunidades de aprendizaje. La ampliación de estas iniciativas basadas en evidencias es esencial para avanzar en la protección de la infancia y alcanzar los objetivos de esta Conferencia Ministerial.
En su documento «2025-2028: Poner fin a la violencia contra la niñez en y a través de la educación», la IFRC impulsa alianzas con escuelas, comunidades e instituciones públicas para crear entornos seguros y reducir los riesgos en situaciones de emergencia. La Federación Internacional colabora con los ministerios de educación, salud y clima, así como con organismos y equipos locales de investigación para desarrollar sistemas de reducción de riesgos que protejan a la niñez de la violencia y la explotación, especialmente durante desastres y crisis.
“Proteger a la niñez de la violencia y los desastres es una responsabilidad compartida. En la Cruz Roja trabajamos -y seguiremos trabajando- con las comunidades, el Estado y la misma niñez para garantizar que toda niña, niño y adolescente crezca con esperanza y sin miedo”, dijo la Dra. Judith Carvajal de Álvarez, Presidente Nacional de la Cruz Roja Colombiana. «Alrededor mundo, los 16 millones de personas voluntarias de nuestra red humanitaria son vitales para reforzar la participación real de la infancia, los sistemas comunitarios de cuidado y los servicios clave para la defensa de los derechos y el bienestar de la infancia”.