La Municipalidad de Mercedes intensificó su campaña para desalentar el uso de pirotecnia sonora durante las celebraciones de fin de año, recordando que está prohibido por ordenanza municipal.
La medida busca proteger la salud y el bienestar de las personas con autismo, veteranos de guerra, personas con discapacidades y mascotas, quienes sufren de manera directa los efectos negativos de los ruidos extremos.
El ruido generado por la pirotecnia sonora puede provocar en personas con autismo episodios de ansiedad, estrés agudo, taquicardia y crisis sensoriales que afectan su calidad de vida.
En el caso de los veteranos de guerra, los estruendos pueden desencadenar recuerdos traumáticos y agravar cuadros de estrés postraumático (TEPT).
Por su parte, las personas con discapacidades pueden experimentar niveles elevados de incomodidad, tensión y sobresaltos difíciles de controlar.
Además, el impacto sobre los animales es devastador. Las mascotas, especialmente perros y gatos, sufren temblores, desorientación, ataques de pánico e incluso intentos de fuga, lo que pone en riesgo su vida y seguridad.
“La pirotecnia sonora no es un entretenimiento inocuo, y es responsabilidad de todos evitar que estas fiestas se conviertan en una experiencia traumática para quienes más sufren sus consecuencias”, enfatizaron desde el municipio.