En el marco del Festival Internacional de Teatro en Santiago de Chile, la organización mercedina El Negro Olmedo llevó adelante su segunda función prevista con la obra infantil «Tata y Cidanelia, Guardianes del Medio Ambiente».
Este proyecto ambientalista, que combina arte y educación, ha generado un fuerte impacto entre el público y los participantes del evento.
El director Fabián Morales destacó que el proyecto no termina con la obra, sino que continuará durante todo 2025 con actividades comunitarias en las zonas más afectadas por los agroquímicos en Argentina. Además, las presentaciones en Chile han servido como disparador para reflexionar sobre problemáticas ambientales que también afectan a la región.
“En la Quinta Región de Chile, por ejemplo, hay lugares denominados ‘áreas de sacrificio’, donde las mineras contaminan tanto que las personas desarrollan cáncer, pero no quieren que cierren las minas para no perder su trabajo. Otro caso es el de los grandes productores que compran terrenos en las nacientes de agua para cultivar paltos, desviando el agua hacia arriba y dejando las tierras bajas completamente secas”, comentó Morales, en relación a los debates surgidos tras la función.
Ayer, la compañía compartió escenario con dos grupos chilenos y uno peruano, en lo que fue una jornada de intercambio cultural y artístico muy enriquecedora. Morales expresó su entusiasmo, calificando la experiencia como “espectacular”.
El proyecto Tata y Cidanelia representa un esfuerzo significativo por conectar el arte con la acción social, buscando concienciar sobre el impacto del cambio climático y las problemáticas ambientales a través del teatro.