Ta cual se había informado, ocho trabajadores fueron despedidos de la planta de Aceros Borroni en Mercedes, lo que desató un conflicto laboral. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) solicitó la intervención del Ministerio de Trabajo para mediar en la situación y buscar la reincorporación de los afectados.
El conflicto se originó tras una negociación fallida entre la UOM y la empresa por la renovación del acuerdo bajo el artículo 223 bis, vencido en diciembre.
La empresa propuso renovar las suspensiones con un pago del 72,5% de los salarios basado en los valores de octubre de 2024, mientras que el gremio exigió una actualización al 75% y la aplicación de los nuevos valores acordados en las paritarias de enero.
Humberto Perdiguero, secretario general de la UOM Mercedes, explicó: «La falta de homologación del acuerdo por parte de la Secretaría de Trabajo impide a la empresa aplicar los valores actualizados».
Ante la negativa de la empresa de ofrecer una mejora, el gremio pidió la conciliación obligatoria, pero la empresa avanzó con los despidos.
Según detalló, ante la negativa de la empresa de ofrecer una mejora, el gremio pidió la conciliación obligatoria, pero la empresa avanzó con los despidos.
Los trabajadores despedidos recibieron indemnizaciones, y aunque dos de ellos se acercaron al gremio en busca de alternativas, la mayoría optó por aceptar la desvinculación. Perdiguero consideró que la decisión empresarial fue «una presión hacia el gremio en el marco de la negociación».
Finalmente, la UOM logró acordar con la empresa la renovación del artículo 223 bis por 90 días a partir de marzo, con las mejoras salariales solicitadas y el compromiso de que no se realizarán nuevos despidos en ese período. Sin embargo, Perdiguero advirtió sobre la incertidumbre económica y la posibilidad de nuevos problemas en el futuro. «Logramos una paz social por 90 días, pero nadie puede garantizar lo que pasará después», concluyó.