Con una multitud que desbordó el Estadio Centro de Chivilcoy, este sábado 22 de marzo se llevaron a cabo las esperadas ordenaciones sacerdotales y diaconal de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján. Fieles de diversas comunidades se congregaron para participar de la celebración presidida por el arzobispo Jorge Eduardo Scheinig.
En un clima de gozo y profunda espiritualidad, fueron ordenados sacerdotes Agustín Denezio, Nicolás Monti y Agustín Báez, a través del rito de la imposición de manos y la oración consecratoria, un gesto que desde tiempos apostólicos simboliza la transmisión del poder sacramental del Espíritu Santo. Asimismo, el seminarista Manuel Asenzo recibió el ministerio del diaconado, al serle entregado el libro de los Evangelios por el arzobispo.
La Eucaristía fue concelebrada por el obispo auxiliar de Mercedes-Luján, monseñor Mauricio Landra, y su par de Bahía Blanca, monseñor Pedro Fournau, junto a los vicarios generales Lucas Figueroa y Daniel Guerra, el rector del seminario, Lucas Jerez, y sacerdotes de la arquidiócesis.
El evento, que reunió a un millar de personas, reflejó la unidad y la fe de la comunidad arquidiocesana. La ceremonia tuvo momentos muy emotivos, como los saludos de los familiares directos de quienes se entregaban a la Iglesia, o la eucaristía de las manos consagradas de los recientemente ordenados ante largas filas de fieles, y concluyó con una acción de gracias a Jesús Buen Pastor y a la Virgen María, en sus advocaciones de Mercedes y de Luján, pidiendo su guía y protección para los nuevos ministros en su servicio a la Iglesia.
«Queremos hombres libres»
Ya hacia el final, antes de la desconcentración precedida por un almuerzo a la canasta, monseñor Scheinig pidió a las comunidades que sean promotoras de la vida consagrada y religiosa, destacando la importancia de que los jóvenes que elijan este camino lo hagan en libertad y con verdadero deseo de entrega. «No es una cuestión de números», afirmó, y agregó: «Nosotros no queremos chicos en el Seminario que sean esclavos, queremos hombres libres con deseos de entregar la vida con libertad y con normalidad».
Antes de concluir, el arzobispo agradeció la presencia de todos los fieles y recordó la próxima peregrinación arquidiocesana a Luján, que se realizará el 11 de mayo. «Seguiremos adelante con muchas cosas de nuestra Iglesia», señaló, invitando a todos a rezar a la Virgen María por el camino pastoral de la arquidiócesis.