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Quita Landi celebró sus 103 años rodeada de afectos y recuerdos del legado de Chichi

Este lunes 9 de junio, Quita Landi cumplió 103 años y lo celebró rodeada de afectos en su casa. En la mañana, recibió a la prensa y por la tarde, a partir de las 16:30, una amiga invitó a tomar mate con ella a quienes quisieran acercarse a compartir el momento.

El fotógrafo Nicolás Pousthomis estuvo presente para registrar las imágenes del encuentro que vemos en esta nota y captar la belleza de una mujer que no solo superó el siglo de vida, sino que representa un valioso testimonio de historia, amor y arte en la ciudad. Y también el espacio en el que habita, pleno de obras de arte de quien fuera su esposo.

Quita fue la compañera de vida del artista plástico mercedino Octimio “Chichi” Landi. Según ella misma recuerda, se conocieron cuando ella tenía apenas 14 años, y su madre les permitía verse en la puerta de la casa los jueves, sábados y domingos. Desde muy joven, Quita tuvo una vida de sacrificio: trabajaba en una fábrica de camisas y, luego de cumplir con sus tareas laborales y domésticas, acompañaba a Chichi y a sus amigos artistas en largas noches de tertulias, mate de por medio.

En el marco de cumpleaños, Carmen Guinot fue una de las personas que estuvo presente, y recordó consultada por este medio que antes de morir, Chichi Landi expresó su deseo de que su casa se transformara en un museo con sus obras y un espacio de formación artística para quienes no pudieran pagar una academia. E incluso designó una comisión para llevar adelante ese sueño.

Antes de morir Chichi Landi expresó su deseo de que su casa se transformara en un museo con sus obras y un espacio de formación artística para quienes no pudieran pagar una academia.

La casa donde vivieron Quita y Chichi, sin embargo, es propiedad privada y no forma parte del patrimonio público. Muchas de las obras están integradas a la estructura del inmueble: el jardín de esculturas, piezas en la cocina, y una escultura de gran tamaño titulada Mercedes, que el artista deseaba ubicar en una calle de la ciudad, mirando hacia la casa donde nació.

“La voluntad última de Chichi fue que su obra sea de todos, especialmente de quienes no lo conocieron, como los jóvenes. Fue un artista generoso, que formó a muchos de los que vinieron después”, explicó Guinot.

La intención de sus amigos y amigas es concientizar a la comunidad sobre la importancia de preservar su legado como patrimonio cultural de Mercedes.