Con más de 67 mil establecimientos porcinos registrados en el país, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) subraya la importancia de implementar planes sanitarios y medidas de bioseguridad en la producción porcina, con el objetivo de prevenir enfermedades y asegurar una producción saludable e inocua.
A través de su Programa Nacional de Enfermedades de los Porcinos, el organismo fiscaliza las granjas, realiza muestreos serológicos y promueve la certificación sanitaria de los establecimientos. Entre las enfermedades de alto impacto que busca prevenir se encuentran la Peste Porcina Africana (PPA), la Peste Porcina Clásica (PPC) y el Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS).
Además, Senasa impulsa el control de enfermedades como la de Aujeszky y la brucelosis porcina, y recomienda medidas especiales para predios de producción a baja escala, como la separación efectiva de cerdos domésticos y asilvestrados.
Una herramienta clave para la inocuidad alimentaria es la técnica de Digestión Artificial, método postmortem que permite detectar triquinosis en carne de cerdo. Su aplicación en laboratorios habilitados es fundamental para prevenir esta zoonosis y proteger la salud de los consumidores.
