Inicio Sociedad «Caputo habla del dólar como si nosotros, los jubilados, pudiéramos tener dólares»

«Caputo habla del dólar como si nosotros, los jubilados, pudiéramos tener dólares»

Elisabet Merlini, integrante del grupo Jubilados Autoconvocados de Mercedes, compartió un duro y sentido diagnóstico sobre la situación que atraviesan los adultos mayores en la Argentina. En diálogo con este medio, expresó su profunda preocupación por el deterioro económico, la indiferencia estatal y el miedo creciente que paraliza la acción colectiva.

“Estamos haciendo agua por todos lados”, afirma Merlini, quien, si bien ya no participa activamente de las protestas en la plaza como antes, continúa acompañando a jubilados y afiliados en trámites ante el PAMI y gestiones de asistencia. “Lo hacemos desde un grupo de solidaridad, por WhatsApp, ayudando a personas que no saben cómo hacer los trámites o que no reciben respuestas del sistema”.

El relato de Merlini da cuenta de una angustia que excede lo personal y se vuelve colectiva. “La cuenta del gas me vino altísima, imposible de pagar. Sumado a que la jubilación no alcanza, ni siquiera se discute con seriedad el aumento en el Congreso. El presidente ya anticipó que lo va a vetar. Es una situación muy compleja, con muchas limitaciones, que te genera una angustia existencial”, expresa.

«Todo es muy cruel. Y aunque hay movilización popular, no se difunde. La marcha de las antorchas del movimiento universitario fue conmovedora, pero los medios no dijeron nada. Hay mucho que está pasando y no se quiere mostrar»

En este contexto, cuestionó al discurso oficial: “Estaba escuchando a Caputo hablar del dólar como si nosotros los jubilados pudiéramos tener dólares. Es una incoherencia que desorienta. Mientras tanto, nos entretienen con temas banales, y se desatiende la realidad de fondo”.

Merlini también remarcó el clima de temor que se vive entre quienes solían manifestarse: “Hay miedo a la represión. Eso paraliza. Lo vemos en Buenos Aires, donde cada vez van menos jubilados a las movilizaciones. Nosotros dejamos de ir a la plaza porque la protesta se politizó demasiado y eso trajo conflictos. Nuestro grupo quería expresarse en silencio, con carteles, sin banderías”.

“Hay miedo a la represión. Eso paraliza. Lo vemos en Buenos Aires, donde cada vez van menos jubilados a las movilizaciones. Nosotros dejamos de ir a la plaza porque la protesta se politizó demasiado y eso trajo conflictos. Nuestro grupo quería expresarse en silencio, con carteles, sin banderías”

Actualmente, mantienen una red de asistencia informal con otros jubilados, y enfrentan casos que califican como “gravísimos”. Menciona, por ejemplo, el de una mujer con discapacidad total a la que no le entregan una silla de ruedas. También denuncian que hay situaciones de persecución dentro del PAMI local.

“Todo es muy cruel. Y aunque hay movilización popular, no se difunde. La marcha de las antorchas del movimiento universitario fue conmovedora, pero los medios no dijeron nada. Hay mucho que está pasando y no se quiere mostrar. Nosotros seguimos conectados, ayudando como podemos, porque lo contrario sería rendirse”, concluye.