
El monóxido de carbono (CO) es un gas altamente tóxico, incoloro e inodoro, que puede provocar intoxicaciones graves e incluso la muerte. Cada invierno, miles de personas resultan afectadas por la exposición a este gas, que se produce por la combustión incompleta de materiales como gas, carbón, madera o kerosene.
Según datos recientes del Ministerio de Salud, en 2025 se registraron 473 casos de intoxicación por monóxido de carbono, un aumento del 57% respecto de la mediana de años anteriores. La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) recuerda a la población que la mayoría de estas situaciones se pueden prevenir con medidas simples de cuidado, control de artefactos y ventilación adecuada.
¿Por qué se producen las intoxicaciones?
Durante los meses fríos, se intensifica el uso de estufas, calefactores y braseros. Al mismo tiempo, muchas viviendas se mantienen herméticamente cerradas, lo que impide la circulación del aire y favorece la acumulación de gases tóxicos. Las fuentes más frecuentes de monóxido de carbono en el hogar incluyen:
- Calefones, termotanques, calderas
- Estufas, braseros, salamandra
- Cocinas, anafes, hornos a gas o leña
- Parrillas a leña o carbón
- Motores de combustión (grupos electrógenos, motosierras, vehículos en garajes cerrados)
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de intoxicación pueden ser leves o severos, y suelen confundirse con otras afecciones. Los más comunes son:
Dolor de cabeza
Mareos
Cansancio extremo
Náuseas y vómitos
Dolor abdominal
Dificultad para respirar
Pérdida de conocimiento
¿Qué hacer ante una sospecha de intoxicación?
- Abrir puertas y ventanas para ventilar.
- Retirarse o retirar a la víctima del lugar contaminado para respirar aire fresco
- Llevar a la víctima rápidamente al Hospital, o al Centro asistencial más próximo aunque haya recuperado el conocimiento. Allí informar al equipo de salud sobre el antecedente de exposición a gases de combustión.
- Es muy importante la correcta evacuación de gases al exterior. Esto evitará la acumulación de gases tóxicos en el interior de las viviendas.
Consejos para prevenir
Desde la AAMR se insiste en que la prevención es clave para evitar tragedias. Estas son algunas recomendaciones prácticas:
- Verificar anualmente instalaciones de gas y artefactos con un gasista matriculado.
- No usar el horno ni las hornallas de la cocina como medio de calefacción.
- Apagar braseros, estufas a leña o a gas antes de dormir.
- No dejar recipientes con agua sobre estufas o cocinas.
- Evitar el uso de calefones en baños o ambientes sin ventilación.
- No encender motores a combustión en lugares cerrados (sótanos, garajes, talleres).
- Asegurarse de que los artefactos cuenten con salida de gases al exterior.
- Mantener una ventilación cruzada en todos los ambientes calefaccionados.
Además, existen indicios visibles que pueden alertar sobre la presencia de monóxido de carbono:
- Llama amarilla o anaranjada en hornallas o estufas (debe ser azul).
- Manchas negras o de tizne alrededor de artefactos o conductos.
- Condensación excesiva en vidrios o paredes.
La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria advierte que las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad económica son las más expuestas a intoxicaciones, por falta de acceso a sistemas de calefacción seguros o mantenimiento profesional. “Este gas es un enemigo invisible, pero mortal. La mejor defensa es la información, el control periódico de los artefactos y una buena ventilación”, concluyen desde la entidad