Agustín Castro vivió este viernes por la noche un momento especial en su carrera musical: se presentó por primera vez como solista en el escenario del Teatro Argentino de Mercedes, donde ofreció un recital íntimo, honesto y profundamente personal.
Lo acompañaron músicos invitados como Manuel Maturo en piano, Santiago Bustos Berrondo en guitarra, Nano Espíndola en percusión y Oscar Rosello en voz. También estuvieron presentes su padre Ñeque Castro y sus hijas, en una velada que fue tan familiar como musical.
Durante el show, Castro combinó composiciones propias con versiones muy celebradas de artistas como Los Piojos, Jaime Roos y La Vela Puerca, todas interpretadas con una impronta única, marcada por la improvisación y la entrega emocional.
En diálogo posterior al recital, el artista expresó su satisfacción y remarcó el carácter auténtico de su propuesta: “Fue algo genuino, legítimo y original. Yo soy así, resuelvo en el momento, incluso con los músicos. Me han dicho que soy temerario, y sí, lo soy. La música para mí es explorar, incluso arriba del escenario”.
Sobre su forma de trabajo, Castro destacó la importancia de la improvisación como parte de su identidad artística: “Toda mi música, incluso los covers, los improviso en el momento. Eso no quiere decir que no haya ensayo ni técnica. Tengo grandes músicos a mi lado, que son más disciplinados, y eso me equilibra. Pero yo voy creando sobre la marcha”.
El espectáculo tuvo un cierre particular: una improvisación grupal que no estaba prevista. “Eso lo decidí en el momento, dije ‘entramos todos y terminamos el show así’. Fue hermoso”, señaló Castro, quien también valoró la presencia de personas queridas en la sala A del teatro. “No estaba lleno, pero estaba la gente que tenía que estar: mis afectos, mis amigos, incluso algunos que no esperaba encontrar. Fue un desafío y estoy muy feliz por haberlo hecho”, afirmó.
Con respecto a lo que viene, adelantó que continúa trabajando en su próximo disco, una continuación de Como Loco Malo, aunque aclaró que ese nombre ya no lo representa: “Estoy cerrando una etapa con este show. El nuevo disco ya tiene portada y canciones, pero aún no el título. También estoy grabando un tema dedicado a Mauricio Capaccio, que se llama El Flaco. Fue una persona que me influenció muchísimo por su forma de interpretar, su lectura del mundo, su espíritu aventurero”.
Ese tema lo grabó junto a Ariel Prat, y el próximo lo hará con Juani de la banda Andando Descalzo. Además, anunció su intención de volver al ska con su vieja banda Torta Cruda: “Estoy conversando para volver. Fue una etapa muy linda y creo que es tiempo de retomarla”.
“Soy un gran armador y desarmador de bandas, soy muy ciclotímico. Cuando siento que un ciclo terminó, cierro y arranco otra cosa. Eso hace que muchos no crean en mí, pero estos músicos que me acompañaron sí creen, y eso me sostiene”
Castro hizo un repaso de su recorrido musical, nombrando bandas como Los Bambam, La Más Negra, Otra Vez Vos, Disritmia y Torta Cruda. “Soy un gran armador y desarmador de bandas, soy muy ciclotímico. Cuando siento que un ciclo terminó, cierro y arranco otra cosa. Eso hace que muchos no crean en mí, pero estos músicos que me acompañaron sí creen, y eso me sostiene”.
Uno de los momentos que más conectó con el público fue cuando dejó un micrófono abierto para quien quisiera subir a cantar. “La música tiene que ser compartida. Si yo estoy acá, puede estar cualquiera. Que cante el que tenga ganas, que suba el que quiera. No hay que esperar que venga alguien a darnos permiso”, expresó.
El show de Agustín Castro en el Teatro Argentino no solo fue una presentación musical: fue una declaración de principios, una celebración del arte libre, espontáneo y afectivo, en el que el artista se mostró tal como es, sin artificios.