Con la presencia de autoridades y un multitudinario público, la 50ª edición del evento homenajeó a las familias productoras, pilar de esta tradición, y destacó el valor del trabajo y la identidad local.
El intendente Juan Ignacio Ustarroz presidió la ceremonia y, visiblemente conmovido, destacó el orgullo y la felicidad que le genera este evento.
“Son un ejemplo de comunidad, de organización y unidad”, expresó el jefe comunal dirigiéndose a los productores, a quienes agradeció por su esfuerzo y por “pasar su secreto de generación en generación”. En su discurso, Ustarroz también valoró el arduo trabajo del personal municipal, cuya labor fue fundamental para la exitosa realización de la fiesta.
La ceremonia, que contó con las bendiciones ecuménicas de los referentes de las iglesias evangélica y católica, fue un espacio para reafirmar el concepto de comunidad. Francisco Dinova dio la bienvenida, resaltando la importancia del evento para el turismo y la economía local. Por su parte, el ministro de Agricultura de la Provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, subrayó el apoyo provincial a la fiesta, destacándola como un ejemplo de cómo «se construye una sociedad mejor, reconociendo el esfuerzo de cada uno».
El momento más emotivo de la noche fue la entrega de reconocimientos a las familias productoras más destacadas, con la participación de diversas autoridades, incluyendo al senador Eduardo de Pedro y las diputadas nacionales Vanesa Siley y Sabrina Selva.
Se homenajeó a las familias Di Piere, Sirello, Bongioanni, Piccone, Grasso, Racchi y Grosso, entre otras. Además, se rindió un sentido tributo a la memoria de Carlos Berro y Ulises D’Andrea, figuras emblemáticas de la producción local. La empresa Agrale también se sumó a los reconocimientos, entregando una distinción a la ciudad y a la fiesta.
