Piedras Blancas, una empresa de Suipacha con casi 34 años de historia, se ha convertido en protagonista de la producción de leche y quesos de cabra en la provincia de Buenos Aires, siendo pionera en introducir el concepto de «queso premium» en Argentina.
Fundada por Carlos González y Marcelo Lizziero, la empresa ha superado grandes desafíos productivos para establecer un tambo caprino a 120 kilómetros de CABA, en una zona que no es genotípicamente de cabras.
González, en un balance de la trayectoria, bromeó con que el proyecto tuvo un 99% de «locura», pero se sostuvo gracias a la convicción de innovar en un mercado que, hace tres décadas, apenas conocía la muzarella.
Piedras Blancas, también conocida por su marca Vera Blanca, gestiona un rodeo de unas 700 cabras que produce alrededor de 150 litros de leche diarios en temporada. La empresa se distingue por su trazabilidad integral, controlando toda la cadena desde el pasto hasta la góndola.
Innovación en el Nicho: La empresa fue una de las primeras en el país en producir quesos de pasta blanda y corteza enmohecida, productos que antes solo se conocían a través de la importación.
Desafío Productivo: Dado que la leche de cabra solo se produce durante unos ocho meses al año, la empresa incorporó leche de vaca a su producción para mantener el ritmo y sostener el emprendimiento.
Valor Nutricional: La leche de cabra es considerada una «vedette» para las personas con alergia e intolerancia a la leche de vaca.
Carlos González enfatizó que el «valor agregado no está solo en el queso, sino en la gente», destacando que la empresa es una PYME consolidada que forma y emplea a trabajadores en cada etapa de la cadena, desde el tambo hasta la comercialización.
Aunque el foco principal está en el mercado interno, con presencia en las principales capitales y zonas turísticas del país, Piedras Blancas también exporta a Uruguay. La granja forma parte de la Ruta del Queso de Suipacha.
González concluyó con una reflexión sobre la necesidad de sinergia en el sector agroindustrial argentino: «Necesitamos pensar en la gente, en la tierra y en el producto», y destacó el potencial de la provincia de Buenos Aires para gestar no solo materia prima, sino también personas dispuestas a trabajar.