
El teatro de Mercedes se encuentra de luto tras el fallecimiento, este viernes, de Eduardo de Laudano, una de las figuras más importantes y queridas de su escena cultural.
De Laudano murió a los 82 años en el Hospital Pirovano, donde había sido internado diez días antes, justo cuando la ciudad le rendía un emotivo homenaje al nombrar el último reciente Festival Internacional de Teatro con su nombre.
En una de sus últimas reflexiones, compartida en una entrevista cargada de admiración con el director y actor Fabián Morales, De Laudano dejó en claro su misión: «Impulsar el teatro, que atrás tuyo aparezcan nuevos, que salgan, que muestren que el teatro no es solamente… ir a ver la función, ir a cenar y pagar la obra y la comida. El teatro es otra cosa».
«Hoy no tengo miedo a morirme. Tengo pena de dejar esta vida tan contradictoria, pero tan hermosa también»
A lo largo de su vida, De Laudano fue un pilar en la fundación y desarrollo de espacios claves del teatro independiente mercedino:
- Orígenes en Mercedes: Aunque nacido en Buenos Aires, sus raíces se afianzaron en Mercedes. Su pasión por las artes fue despertada por la biblioteca de su abuelo materno y la ópera que le cantaba su abuelo paterno, un inmigrante italiano que lo introdujo en el drama.
- Música y Drama: Influenciado por su abuelo, quien le cantaba óperas completas como La Bohème y Tosca, el maestro confesó que la música es fundamental en sus obras, como se vio en puestas icónicas como La Bella y la Bestia y Romeo y Julieta.
- Impulso al Teatro Local: Fue clave en la historia de agrupaciones como Talía y La Barca. Además, recordó haber sido llevado por Carlitos Ilac a la Dirección de Cultura para ofrecerle el teatro que inauguró y nombró Yiyo Celeri (hoy Complejo Ameghino Marín).
- Formación de Primer Nivel: Estudió en el Conservatorio y fue alumno de grandes maestros como Alfredo Alcón y Augusto Fernández, con quien compartió aulas con figuras como Julio Chávez y Lito Cruz.
En su última entrevista, De Laudano enfatizó la importancia del teatro vocacional sobre las oportunidades profesionales, revelando que rechazó una invitación para trabajar en Canal 11 en Buenos Aires para quedarse en Mercedes: «Mercedes era más importante para mí. Mercedes era… Había que sacar adelante a Mercedes… No, no hubiera ido, y estoy feliz con lo que hice. Hoy no tengo miedo a morirme. Tengo pena de dejar esta vida tan contradictoria, pero tan hermosa también.»
En la última entrevista recordó sus inicios viendo obras como Los árboles mueren de pie y su primer gran desafío como director: Doña Rosita la soltera de García Lorca, con un elenco de catorce personas.
Su obra El Organito fue un hito al ganar el Primer Concurso Nacional de Teatro Independiente en 9 de Julio.


























