
Débora Lacasa, de la UCR de Mercedes, compartió sus impresiones y un balance de su gestión, destacando los desafíos y cambios observados en el ámbito político local. En días en que deja su segundo mandato como concejala habló entre otras cosas de un clima político cambiante y expresó una desilusión personal en lo que hace al deterioro de las relaciones humanas entre las distintas fuerzas políticas en el Legislativo.
La concejal mandato cumplido Débora Lacasa dialogó con este medio sobre sus años en el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Mercedes, en un momento clave de definiciones políticas para el radicalismo, y ofreció una mirada retrospectiva y crítica sobre el trabajo legislativo, los desafíos no resueltos de la ciudad y el drástico cambio en el clima de debate interno en el recinto.
Balance legislativo: Zonificación y Juego Online
Consultada sobre sus prioridades en la gestión que finaliza, Lacasa destacó dos grandes temas que impulsó desde el plano normativo.
El más importante fue la elaboración de la Ordenanza de Zonificación, un trabajo arduo que llevó a cabo junto a otros concejales, como Nora Ortubia. A pesar del esfuerzo y de contar con la colaboración de planeamiento y asesores, la concejal expresó su frustración por no haber podido verla sancionada. «Pasó todo mi mandato y no se sancionó todavía la ordenanza de zonificación,» lamentó, indicando que el proyecto, tras ser revisado por la provincia, recién volvería a ser tratado por la nueva composición legislativa el próximo año.

Otra de las temáticas que priorizó fue la prevención y regulación del juego online, enfocándose inicialmente en los jóvenes y luego ampliando la problemática a los adultos. Lacasa promovió medidas como la intervención de IP en escuelas y ámbitos municipales para limitar el acceso al juego en lugares públicos, una propuesta que luego fue retomada por la provincia.
Los demás temas, señaló, fueron principalmente «trabajos más de resolución, de pedidos al departamento Ejecutivo», que estuvieron enfocados en «solucionar problemas de la diaria».
Armonía en el bloque Radical, tensión en el recinto
Al reflexionar sobre el clima de trabajo, Lacasa marcó una clara diferencia entre la experiencia dentro de su bloque y el desarrollo de las sesiones plenarias.
Dentro del bloque de la UCR, la concejal dijo que se sintió «súper cómoda» con Aída Laporta y Daniel Ivaldis, destacando una «armonía y concordancia absoluta» con sus compañeros de bancadas políticas. «Formamos realmente un muy buen equipo», afirmó, detallando la complementariedad: Laporta se dedicaba al trabajo de campo; ella se enfocaba en la redacción, desarrollo y defensa argumental de los proyectos; y Daniel Ivaldis se dedicaba a la defensa política.
«De dos años a esta parte todas las posiciones se endurecieron muchísimo, nadie quiere ceder nada, nadie quiere dialogar, es decir, no se quieren escuchar… Hay posiciones realmente irreductibles.»
Sin embargo, agregó que el clima en el recinto cambió drásticamente, sobre todo en los últimos dos años. Si bien el trabajo en comisión fue generalmente respetuoso, aunque con muchas ausencias, el tono de las sesiones se elevó significativamente, según destacó Lacasa. «De dos años a esta parte todas las posiciones se endurecieron muchísimo, nadie quiere ceder nada, nadie quiere dialogar, es decir, no se quieren escuchar… Hay posiciones realmente irreductibles.»
Lo que más decepcionó a la concejal fue que las diferencias políticas escalaron a «cuestiones personales» y a «niveles de agresión» sin precedentes, algo que la deja «muy desilusionada» de la experiencia. «He llamado la atención a todo el cuerpo sobre ese tema… diciendo que me parecía que no valía la pena que se desarrollaran las discusiones de esa manera», lamentó, sin haber tenido éxito en moderar el debate.

La nueva composición
Sobre el nuevo HCD, Lacasa celebró la entrada de un partido vecinalista, aunque lanzó una advertencia sobre sus desafíos futuros. Si bien la concepción del vecinalismo es enfocarse en lo local, la ex edil insistió en que será imposible ignorar las problemáticas nacionales y provinciales.
Mencionó el tema de los residuos sólidos urbanos como un asunto pendiente: «No se le ha encontrado aún la vuelta: Aún no se ha conseguido la separación en origen, ni un sistema sólido para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos», y dijo que «aún existen basurales por todo el partido»
«Cualquier problemática tanto provincial como nacional siempre va a tener un correlato, un impacto en lo que es el nivel local… nadie puede pasar 4 años de mandato simplemente mirando las zanjas, los pozos y el bacheo,» sostuvo, adelantando que el nuevo bloque de «Vecinos por Mercedes» deberá adoptar una posición frente a las grandes políticas que inevitablemente impactarán en la ciudad.
Los pendientes: RSU y el agua
Finalmente, consultada al respecto, Lacasa identificó dos problemáticas de gran dificultad para la ciudad.
En primer lugar, los Residuos Sólidos Urbanos (RSU). Aunque no es un problema exclusivo de Mercedes, señaló que aún «no se le ha encontrado la vuelta», con falencias en «la separación en origen», la falta de un «sistema de tratamiento sólido» y la persistencia de «basurales a cielo abierto».

No obstante, su mayor preocupación se centró en la falta de conciencia sobre el consumo y desperdicio de agua. Recordó una reunión con el área de Economía donde se expuso un dato alarmante: mientras que el consumo ideal por persona es de 40 litros de agua por día, el consumo promedio de los mercedinos es de 10 veces más.
«Los mercedinos deberíamos consumir el 10% de lo que en realidad consumimos de agua»
Lacasa desestimó la explicación de que la cifra se deba a las pérdidas en la red (un 5% según la Comuna) y calificó esta realidad como una «falta de conciencia enorme» y algo «sumamente preocupante» que merece una intervención profunda.
Un poco de todo
- Clima de participación política ciudadana: «Hace 4 años era mucho mayor. Siento que hubo mucho más entusiasmo», dijo aunque reconoció que su perspectiva podría no ser del todo objetiva, especialmente al estar «bastante desilusionada» al finalizar su mandato.
- Vecinalismo, tercera fuerza. Lacasa concluyó que los concejales vecinalistas «deberán tener una posición al respecto», de las discusiones provinciales o nacionales, porque todo termina impactando a nivel local y nadie puede pasar 4 años de mandato simplemente «mirando las zanjas, los pozos y el bacheo».
- Problemáticas no exclusivas: en cuanto a la seguridad, Lacasa afirmó que es un problema que «comparte con muchísimos otros lugares para los que la seguridad es un problema». «No podemos decir que no se hace nada porque se siguen haciendo muchas cosas», pero «no siempre alcanza porque la variedad, las dificultades, las formas van cambiando y la problemática existe y se amplía».
- Trabajo en comisiones, bien: Respecto a la relación con otros bloques, indicó que en los trabajos de comisión, «se trabajaron bien», con «acuerdos y desacuerdos», y que «en general el trabajo en comisión fue respetuoso». Sin embargo, lamentó las «muchas ausencias durante el año», lo que «complicó bastante».
- Posiciones irreductibles: Lacasa expresó una profunda desilusión por el cambio en el desarrollo de las sesiones del Concejo. «De 2 años a esta parte todo cambió». Las posiciones «se endurecieron muchísimo», y «nadie quiere ceder nada, nadie quiere renunciar a nada, nadie quiere dialogar». Lamentó que «no se quieren escuchar, no quieren escuchar lo que el otro quiere decir, hay posiciones realmente irreductibles». Además, señaló un aumento en los «niveles de agresión», que pasaron de ser políticos a «cuestiones personales».



























