
Hay imágenes que logran capturar la complejidad de un conflicto social con apenas unos elementos. La fotografía adjunta y que encabeza este artículo muestra un contenedor de basura verde, intervenido con un grafiti en pintura rosa: «ROCÍO YO TE CREO».
Detrás, la arquitectura de la ciudad hace inconfundible la pared del Palacio de Tribunales, en 27 y 26, y un vehículo estacionado completan una escena que, para quienes acompañan la lucha feminista local, es un grito contra la impunidad.
La foto dice que hay una justicia pero dice que hay basura… dice mujer, dice injusticia, dice ciudad, dice complicidad. Todos lo vemos.
La ubicación del grafiti, sobre un elemento de descarte, puede simbolizar el trato que el sistema judicial y la sociedad suelen dar a las víctimas de abuso.
La inscripción hace referencia a Rocío, quien denunció haber sido abusada en 2018 por el entonces presidente del Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Moreno. Dado que la causa se tramitó en el Departamento Judicial de Mercedes, la Asamblea de Mujeres Mercedinas (AMM) tomó un rol activo en el acompañamiento de la víctima durante las audiencias en el Palacio de Tribunales.
El juicio, que tuvo momentos de alta tensión en julio pasado, enfrentó a las acompañantes de Rocío con sectores que defendían al acusado. «Los que defienden al abusador vienen en patota y son muy agresivos», habían advertido desde la Asamblea en sus convocatorias a la Plaza San Martín.
A raíz de este acompañamiento y de las acciones de visibilización en el espacio público, la justicia inició una causa contra las asambleístas. Contrariamente a las versiones que indicaban un cierre del expediente, lo cierto es que la causa no se archivó y las mujeres permanecen imputadas por hechos ocurridos en cercanías de la histórica plaza.
Una integrante de la Asamblea relató cómo se inició el proceso penal contra ellas: «Cuando estábamos en plena pegatina, nos para el patrullero y nos labra un acta. Nosotras éramos 4 y nos querían llevar a la comisaría. A los días nos notifican que estábamos imputadas por disturbios en la vía pública».
Desde la AMM denuncian que esta imputación es una forma de disciplinar la protesta social y el apoyo a las víctimas de violencia de género, en un contexto donde el movimiento de mujeres se posiciona como el principal frente de resistencia ante diversas reformas actuales.
Además del caso Rocío, la Asamblea de Mujeres Mercedinas DyF mantiene una agenda activa contra la Reforma Laboral, y se suma a la convocatoria de este jueves, denunciando que las medidas impactan doblemente en las mujeres debido a la brecha salarial y la carga de tareas de cuidado:
- Precarización: Denuncian que la reforma facilita despidos y aumenta la informalidad en sectores feminizados.
- Jubilaciones: Alertan que la reducción de aportes patronales derivará en jubilaciones más bajas para las mujeres, quienes ya poseen trayectorias laborales intermitentes.
- Licencias: Critican el recorte de licencias fundamentales y la implementación del «Banco de Horas», que rompe la jornada de 8 horas.
«Sin el movimiento de mujeres no se frena este retroceso histórico».



























