El próximo 3 de junio, a partir de las 20:00, en el Ciclo Pro Arte Mercedes 2023, se presentará el destacado pianista Hugo Schuler, interpretando de Johann Sebastian Bach: Las Variaciones Goldberg.
A modo de anticipo compartimos algunas reflexiones de la que es considerada, por expertos musicales, como la culminación de la obra de Bach, un verdadero compendio del arte del contrapunto y un “tour de forcé” para pianistas y clavecinistas en las salas de conciertos de medio mundo.
Johann Sebastian Bach compuso sus célebres “Variaciones Goldberg” , que fueron publicadas en 1741 como cuarto y último volumen de los Clavier-Übungen – Ejercicios del teclado – , tratándose de una de las escasas obras publicadas en vida del compositor pues, como es sabido, la mayor parte de su obra se difundió y conservó en forma manuscrita. El título de la colección – Ejercicios del teclado – da fe de que las Variaciones Goldberg no fueron concebidas como una obra de concierto o de exhibición, sino como una obra eminentemente didáctica.
Consideradas una de las cúspides de la música barroca y bautizada inicialmente por el compositor alemán como “Aria con variaciones diversas para clave con dos teclados”, fueron compuestas cuando Bach era cantor en la iglesia de San Tomás de Leipzig.
Las conocidas Variaciones Goldberg han pasado a la historia como uno de los mejores ejemplos de virtuosismo y ejecución musical. Lo forman un conjunto de 30 variaciones sobre un mismo tema donde la música viaja a través de numerosos cambios de estilo, ritmo y estados de ánimo.
Esta circunstancia es congruente con el hecho de que la fama de Bach se sustentó en su época –y con limitado alcance– en su reconocido magisterio con respecto al arte de los antiguos polifonistas y no en su capacidad para competir con las modas del momento, que soplaban en una dirección muy distinta.
Sobre una sencilla aria inicial J. S. Bach, a través de 30 variaciones plantea el desarrollo de la obra. Terminadas éstas, indica en la notación musical de la partitura: “Aria da Capo è fine”, que significa que el intérprete debe volver al principio (da Capo) e interpretar nuevamente el aria del comienzo, antes de terminar.
Así queda planteado el esquema principal de este sutil y complejo mundo sonoro. El retorno del aria añade simetría a la obra, posiblemente incluso insinuando un aspecto de naturaleza cíclica; un viaje circular.
A través de Las Variaciones Goldberg, Bach construye un mundo sonoro que deslumbra por lo intrincado de su técnica – que exige un intérprete avezado -, las fluctuaciones rítmicas y la magnificencia sonora que se expande por regiones únicas e irrepetibles, demostrando la perfección de un músico que agotó su propio arte, alcanzando una perfección técnico-sonora que pocos pudieron superar.
El próximo 3 de junio, en el ciclo que presenta Pro Arte Mercedes, tendremos la oportunidad de asistir a la interpretación de esta obra, única e irrepetible en su género.