Negrita, es decir, la Sra. Edis Ana Santoro de Cazeneuve, fue mi adorada maestra de 4to. grado. Una mujer excepcional. Una maestra de lujo.
Quién no recuerda su prolijo cabello renegrido y esos labios rojos, firmes, contundentes, pero dulces y sonrientes. Su carcajada. Su estampa almidonada, pulcrísima, elegante, pequeña y expresiva.
Quién no recuerda su voz fuerte, segura, nítida, determinada siempre. Definitiva.
Quién no la ve entrando con su portafolios negro a aquella gloriosa escuela Nº 1 “Víctor Mercante”, a veces con sus hijitos más pequeños de la mano. En la cabecera de la fila de alumnos en el patio, permanecían a su lado y nosotros, ya ¡tan grandes con 10 años! nos sentíamos responsables frente a ellos.
Quién no recuerda su prolijo cabello renegrido y esos labios rojos, firmes, contundentes, pero dulces y sonrientes. Su carcajada. Su estampa almidonada, pulcrísima, elegante, pequeña y expresiva
Exigente, vital, con iniciativas renovadas y continuas. Clara, conocedora de su profesión y madre de todos. Comprensiva pero nunca lastimera. Cercana pero nunca melosa. Capaz de brindar y repartir su amor. Sincera, siempre con la verdad a la mano. Responsable y comprometida. Sensata y escuchadora. Desafiante en las propuestas. Siempre creativa. Muy creativa. ¡Qué equipo formaba con otra genia como ella, Chicha Bassi, “la señorita María Esther”! Con ellas hicimos teatro ¡y gira teatral!
Su pequeña “cajita”, su cuerpo, ya nos ha saludado, se ha despedido, nos ha dicho “hasta mañana, chicos”.
¡Qué bendición, haberla encontrado en el camino! ¡Qué privilegio, haberla disfrutado como maestra!
¡Gracias, Negrita!
Mónica Liliana Tirone.DNI 10826989