Por Ariel Dulevich Uzal
¡Edificante, esclarecedora y categórica declaración de la UCR Córdoba, poniendo al descubierto un operativo para impedir la interna, ante la resistencia del Partido que rechaza la imposición de un candidato «por consenso», a la candidatura de Gobernador de la Provincia!
La torpeza, soberbia e ineptitud política del Presidente y su círculo rojo, no les permite advertir el daño irreparable que le infieren a su ansiada reelección ante la ciudadanía del país, en tanto la imagen que esta manipulación inescrupulosa arroja sobre su actitud, profundiza el desencanto y escepticismo de quienes lo apoyaron en el cuarto obscuro.
Por pertinacia incompatible con la impronta conciliadora que debe ser atributo del ejercicio de poder, y hasta por la ceguera que les impide ver la realidad; anteponen a intereses superiores que debieran ser insoslayables, el personalismo exacerbado de una visión sesgada de franca raíz autoritaria.
Cuanto más elevada la jerarquía institucional, de quien tiene poder decisorio, mayor deviene la responsabilidad que sobrelleva de actuar lejos de todo discrecionalismo e inspirado por el respeto a códigos de conducta y al propio imperio de las prácticas republicanas.
De igual entidad resultan los deberes que la función pública imponen, en cuanto a la autonomía que el sistema federal consagra; naturalmente ampliado a la vida de los Partidos Políticos y los acuerdos suscriptos entre ellos, en ámbito de los Distritos.
La decisión dispuesta manifiestamente desde la Casa Rosada, pone de resalto una vez más la falta de vocación democrática y provoca el rechazo de facto, del acuerdo primitivo, demostrando que solo tuvo la precaria vigencia de actos electorales, sin el mínimo respeto por las partes contrayentes, ni el compromiso contraído.
El lamentable episodio justifica plenamente las protestas y reclamos, de un amplio sector del Radicalismo, que interpretando la creciente contrariedad de sus bases, ha venido expresando a través del pronunciamiento reiterado de varios de sus líderes, la crítica a la permanente subestimación de esta fuerza política, a la qué jamás se consultó respecto de ninguna las decisiones que el Gobierno adopta. A pesar de simulaciones mediáticas, que no tuvieron más alcance que la fotografía.
Máxime si tomamos en consideración -como es de público dominio-, que el apoyo de la sólida estructura y los cuadros orgánicos de la UCR, en todo el territorio de la República, le permitió a Macri ser Presidente de la Nación.
- Ariel Dulevich Uzal es Convencional Nacional UCR.