Por Ariel Dulevich Uzal
. La expresidenta condenada a prisión ya se ha pronunciado: brindará los votos del Congreso que el actual presidente necesita para avanzar en la cooptación de la Justicia.
Este movimiento incluye la polémica designación del juez más desacreditado del país, Ariel Lijo.
Durante dos décadas, Lijo ha mantenido en el cajón innumerables denuncias de corrupción presentadas en sus estrados.
Sin embargo, parece ser el elegido para integrar una Corte que emulará las prácticas de los peores momentos de nuestra historia institucional.
Javier Milei, quien ha calificado a Carlos Menem como «el mejor presidente del país», reproduce el modelo que este último instauró: una «mayoría automática» en la Corte Suprema, que respondía sin matices a los intereses del Poder Ejecutivo.
No olvidemos que Menem terminó preso por múltiples actos de corrupción y por la criminal voladura de la Fábrica Militar de Río Tercero, que dejó una docena de muertos y arrasó la ciudad cordobesa.
El gesto de la expresidenta, ofreciendo apoyo al gobierno, evidencia una siniestra convergencia: más allá de las poses y sobreactuaciones, ambos proyectos coinciden en un punto central.
Sin el menor disimulo, Milei también imita la colonización de la Justicia que caracterizó al kirchnerismo, esa misma gestión que critica como su antítesis.
El gesto de la expresidenta, ofreciendo apoyo al gobierno, evidencia una siniestra convergencia: más allá de las poses y sobreactuaciones, ambos proyectos coinciden en un punto central. Su objetivo es consolidar una polarización que vuelve a dejar a la ciudadanía atrapada entre opciones insuficientes, forzándola a elegir el «mal menor», una estrategia que socava la libre determinación del sufragio.
El deterioro institucional que ha acelerado Milei desde su asunción afecta directamente los principios republicanos y amenaza la democracia misma. La extrema disfuncionalidad de su gestión choca con el sistema y el espíritu consagrados en nuestra Constitución Nacional.
Es momento de reflexionar sobre el rumbo que estamos tomando y exigir liderazgos que prioricen el respeto por las instituciones, la justicia y los valores democráticos.
Ariel Dulevich Uzal es mercedino y ex Subsecretario de Turismo de la Nación durante el gobierno del ex presidente Raúl Alfonsín