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Presentan proyecto para declarar Monumento Histórico Nacional a la Parroquia San Patricio de Belgrano

La diputada nacional Sabrina Selva, junto a su par Eduardo Valdés, el legislador porteño Matías “Ricki” Herrera y representantes de la organización Palotinos por la Memoria, presentaron un proyecto de ley para declarar Monumento Histórico Nacional a la Parroquia San Patricio, ubicada en el barrio porteño de Belgrano. El objetivo es preservar la memoria de uno de los crímenes más atroces cometidos durante la última dictadura cívico-militar en Argentina.

La iniciativa busca reconocer formalmente el valor histórico y simbólico del edificio donde ocurrió la denominada Masacre de San Patricio, el 4 de julio de 1976, cuando un grupo de tareas irrumpió en la casa parroquial de la congregación de los Padres Palotinos y asesinó a sangre fría a cinco religiosos: los padres Pedro Dufau, Alfredo Kelly y Alfredo Leaden, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti.

Los cinco fueron obligados a acostarse boca abajo en la sala de estar y allí fueron acribillados. El caso conmovió profundamente a la sociedad argentina y a la comunidad eclesiástica, constituyendo el ataque más violento perpetrado contra la Iglesia católica en el país.

En el marco de la presentación del proyecto, la diputada Selva expresó: “Frente a la destrucción de la memoria colectiva que impulsa actualmente el gobierno nacional, la respuesta es más memoria, verdad y justicia”. La legisladora subrayó la importancia de que el Estado asuma su rol en la conservación de los espacios de memoria vinculados al terrorismo de Estado.

El proyecto también retoma las palabras del Papa Francisco, quien al cumplirse 40 años del crimen expresó: “Hacer memoria de estos testigos puede ser un estímulo para todos nosotros. Nos presentan una vida entregada, olvidada de sí, que como servidor del Evangelio busca estar donde está su Señor, entre los últimos”.

La Parroquia San Patricio no sólo es un símbolo religioso, sino también un lugar de memoria que evoca las consecuencias del odio político y la violencia estatal. La declaración como Monumento Histórico Nacional permitiría resguardar este espacio para las futuras generaciones y contribuir a mantener viva la consigna: Memoria, Verdad y Justicia.