El Partido Obrero de Mercedes, en el marco del Frente de Izquierda, emitió un contundente comunicado denunciando la escalada de femicidios en Argentina y calificando la situación como el resultado directo de una «política de Estado» impulsada por el actual gobierno.
La denuncia surge a raíz de los recientes y brutales asesinatos de mujeres y diversidades a lo largo del país, mencionando específicamente los casos de Daiana Mendieta (Entre Ríos), Adriana Miriam Vázquez y Mariana Belén Bustos (Bahía Blanca), Solange Edith Johnson (Rosario), Mónica Viviana Salguero (Córdoba), Ayelén Bordón (González Catán) y el triple narcofemicidio en Florencio Varela. Para la organización, estos hechos «no son hechos aislados ni tragedias personales», sino el reflejo de una estructura social que reproduce la violencia patriarcal.
El comunicado apunta directamente a figuras políticas y mediáticas por promover discursos que justifican la violencia contra las mujeres y las disidencias. Se señala al líder de «Varones Unidos», Pablo Laurta, como ejemplo de cómo figuras que participan con voceros de la misoginia organizada como Agustín Laje y Nicolás Márquez terminan legitimando a agresores.
El foco central de la crítica recae en la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por haber culpado a víctimas de femicidio en una entrevista, aludiendo a que su «rebelión» frente al orden familiar es una «forma de opresión» hacia el hombre. El Partido Obrero sostiene que este discurso no es un error, sino una política deliberada que intenta reducir la problemática a una «guerra de sexos» y criminaliza la lucha del movimiento feminista.
Retroceso en Derechos y ataque a las conquistas históricas
La organización también denuncia el intento del gobierno de Javier Milei de eliminar la figura del femicidio del Código Penal. El PO recuerda que esta figura no es un delito nuevo, sino un agravante del homicidio, producto de «décadas de lucha del movimiento de mujeres», y considera su desconocimiento como un intento de «borrar nuestras conquistas».
Además, se enfatiza que el discurso de odio se extiende a las diversidades sexuales, recordando el ataque de Milei en Davos contra las parejas homosexuales.
Llamado a la lucha obrera y feminista
El Partido Obrero concluye su declaración afirmando que el odio funciona como una «cortina de humo» y una herramienta de control social mientras el pueblo soporta la inflación y la destrucción de derechos laborales.
Frente a esta «escalada reaccionaria», la organización remarca que no darán «ni un paso atrás» y hacen un llamado a la unidad, organización y lucha colectiva para enfrentar al gobierno, al que acusan de gobernar solo para el FMI, los empresarios y los reaccionarios. La consigna final es clara: «Milei y su gobierno tienen que irse».