Este jueves por la tarde se inauguró el Polo Sanitario Güemes, en el barrio homónimo, un logro destacado por los propios vecinos y festejado por la utilidad que tendrá este gran edificio que sucede al CAPS Güemes, en calles 45 entre 38 y 36.
En la apertura el doctor Pablo Cassiani, secretario de Salud, comentó que arrancó como médico trabajando en el CAPS de este barrio y destacó las bondades de la atención primaria de la salud, pidiendo un aplauso para el equipo de trabajo del área.
«Es maravilloso lo que se ha logrado jerarquizando el área de Salud», dijo y destacó la acción política del intendente Juan Ignacio Ustarroz y a las áreas que han trabajado en esta nueva concreción en infraestructura.
La salud es un derecho de todos y este es un momento histórico de la ciudad», dijo, por su parte, la doctora Amorina Debiase, y destacó el confort «que posibilitará traer especialidades para los vecinos».
Roberto Estévez, por parte del Centro de Veteranos de Malvinas, también tomó la palabra y destacó que creció en este barrio, además de emocionar a todos en el recuerdo de Carlos Cardassi, quien «nos apuntaló a todos en nuestros problemas». Una de las salas llevará el nombre de este recordado psicólogo, que trabajó y mucho con ellos en el síndrome pos traumático posguerra. «Partió y nos dejó un gran vacío el gordo bondadoso. El hacía todo por nosotros y es muy bueno reconocerlo acá para que siga estando con nosotros», sostuvo.
Por último el intendente Juan Ignacio Ustarroz destacó las condiciones edilicias y arquitectónicas y el rol de los médicos. «La salud hay que pensarla desde una perspectiva de ciudad y de comunidad, pensando en el trabajo, el medio ambiente y la cultura con amplitud», dijo y remarcó el «compromiso y los esfuerzos individuales para trabajar entre todos por la salud de nuestro pueblo, desde la prevención». Citó a Eduardo Galeano varias veces e indicó: «La salud no se compra, debe ser promovida e impulsada por el Estado en las escuelas, los clubes y las salitas, así como la cultura», y dio el ejemplo de las Abuelas Tejedoras. «Toda la comunidad ve como un grupo humano se junta y hace cosas por el otro», sostuvo.