Monseñor Agustín Radrizzani pasa desde este viernes a ser arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Mercedes – Luján ya que el Papa Francisco le aceptó su renuncia por edad avanzada. En su lugar quedará quien estaba como obispo auxiliar, Jorge Eduardo Scheinig. En una carta dirigida a los fieles y a la comunidad, Radrizzani destacó en este contexto que tuvo en este tiempo “momentos de alegría y de dolor”.
“Acabo de recibir la comunicación de la aceptación de mi renuncia por parte del Papa Francisco -presentada al haber cumplido 75 años de edad el pasado 22 de septiembre- y la designación de mi sucesor, Monseñor Jorge Eduardo Scheinig, hasta ahora Obispo Auxiliar”, comentó y quiso “agradecer ante todo a Dios y a la Iglesia la confianza que han tenido para conmigo dándome el don del episcopado”.
“También mi agradecimiento se dirige a todos ustedes, queridos hermanos y hermanas, los que me han acompañado, comprendido y superado con generosidad mis limitaciones. Como ustedes, también yo he tenido en estos años momentos de alegría y de dolor. De alegría viendo cómo Dios actúa en su Iglesia y como los fieles han sabido servir al Reino de Dios para que se dilate en el mundo actual, tan lleno de dificultades y contradicciones. También momentos de dolor por no saber afrontar los inconvenientes y obstáculos que se han presentado en las comunidades y en las personas. Los encomiendo a todos al Señor para que Él complete lo que yo no he podido hacer”, dijo.
Además quiso mencionar especialmente a “los queridos sacerdotes que han cooperado durante todos estos años con su entrega generosa en las distintas comunidades y oficios que les he confiado”: “Gracias por tanta disponibilidad”, sostuvo Radrizzani.
“Ahora se inicia una nueva etapa en la Arquidiócesis pastoreada por el querido Monseñor Jorge Eduardo. Sabemos de su empeño en el trabajo y de su amor a la Iglesia. Estoy seguro de que podrán acompañarlo y secundarlo como lo hicieron conmigo y aún más. No me queda más que agradecer a él y a ustedes este tiempo vivido juntos. Pido al Señor que bendiga la entrega desinteresada de todos, laicos, seminaristas, religiosos, religiosas, diáconos y presbíteros, para que Dios sea todo en todos y así se realice el proyecto del Padre para esta muy querida Iglesia de Mercedes-Luján. Les pido perdón por no haberlos acompañado como hubieran esperado. Encomiendo el pastoreo del querido Monseñor Jorge Eduardo a la valiosa intercesión de la Santísima Virgen, en sus advocaciones de la Merced, patrona de la arquidiócesis y de Luján, patrona de nuestra querida Patria”, concluyó Agustín Radrizzani.