Desde la Dirección de Derechos Humanos y la Comisión Municipal por la Memoria, recordaron a Lucila Adela Révora, en un nuevo aniversario de su desaparición, que se cumple hoy, ya que fue detenida-desaparecida el 11 de octubre de 1978, a los 25 años de edad.
Lucila Adela Révora nació en Mercedes, Provincia de Buenos Aires, el 17 de septiembre de 1953. Hija de Leonor y de Roberto, vivió y se crió en el seno de una familia numerosa.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Misericordia siendo distinguida como mejor compañera. En 1972 inició estudios superiores de Psicología en la UBA y comenzó a militar comprometidamente en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y luego en Montoneros, brindando ayuda en los barrios más carenciados. Allí conoció a su pareja, Enrique De Pedro, con quien tuvo un hijo llamado Eduardo.
El 11 de octubre de 1978, a las dos de la tarde, en una brutal acción represiva en la que participaron miembros del Ejército, de la Policía Federal, de Gendarmería y del Servicio Penitenciario, fue secuestrada en la vivienda de la calle Belén al 300, del barrio de Floresta, Lucila Adela Révora y fusilado Carlos Guillermo Fassano. El agresivo operativo duró más de una hora e incluyó bombas y
hasta un helicóptero.
Ella, embarazada de ocho meses, fue llevada al centro clandestino El Olimpo, según algunas versiones, sin vida.
Eduardo De Pedro, hijo de Lucila y de Enrique (asesinado en abril de 1977), que al momento de los hechos tenía un año y ocho meses de edad, fue dejado con una vecina y horas más tarde retirado y secuestrado por hombres de la patota.
Tres meses después, en enero de 1979 y tras una intensa búsqueda del niño, la familia Révora logró recuperar a “Wado”.
Tras años de investigación, reclamo y espera, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de la Capital Federal que juzgó la acción represiva cometida en los CCD del Circuito ABO (Club Atlético, El Banco y El Olimpo), el 21 de diciembre de 2010 y en un fallo ejemplar, condenó a prisión perpetua y a 25 años de
reclusión a 16 represores acusados por “Delitos de Lesa Humanidad”, entre los que se juzgó el secuestro, desaparición y asesinato Lucila Adela Révora.
En su memoria el 26 de Diciembre de 2010 se colocó una baldosa recordatoria en la vereda del domicilio que fuera la vivienda familiar, en Avenida 17 entre 20 y 18 de la ciudad de Mercedes, Buenos Aires.
En el recuerdo vivo de sus afectos íntimos se destaca su convicción, ética y honestidad síntesis de altruismo, integridad y compromiso militante.