Inicio Opinion Homenaje a Ilda Amira Rodríguez de Valle

Homenaje a Ilda Amira Rodríguez de Valle

Por Mónica L. Tirone y Alba C. Cosentino

Corrían los años 2006/2007 y nosotras  estrenábamos nuestra experiencia como conductoras y productoras radiales en la vieja estación de la Trocha, donde funcionaba la radio “Vida”. Nuestro programa se llamaba “Femenino Plural”. Convocamos a Ilda, para entrevistarla y fue, toda ella humildad, sensatez, sutileza, serenidad.

Tuvimos la mejor hora de radio de todo nuestro ciclo. Hablar con Ilda, entrevistarla, fue como estar las tres sentadas a la mesa de nuestra cocina. Amasamos y tejimos palabras inolvidables.

Escuchar a Ilda era sentir su altura espiritual, vibrar con su sencillez y profundidad humanas, aprehender su filosofía humanista y cotidiana, deleitarse con su palabra sentida y elaborada en imágenes y metáforas exquisitas pero asequibles. Daba placer compartir un diálogo con ella. Emocionaba. No era un espíritu prosaico ni una escritora subida a la soberbia de los mediocres. Orgullosa de los premios recibidos, nunca se negó a acercarse a alumnos, a humildes ciudadanos o a pares y aprendices para compartir con todos su palabra. No cobraba por estas participaciones. Era generosa, sutil observadora, coqueta y lucía un aire de dama delicada.

Como ella profetizó en una de sus poesías, ha quedado entre nosotros, y en mucho. Los que tuvimos el privilegio de conocerla agradeceremos por siempre a la vida esos instantes que compartimos: no abundan los seres que enseñan con su actitud y con su palabra a la par. Y tanto nosotros cuanto los que no la conocieron tendremos siempre a la mano los versos que escribió: hondos, claros, vitales, bellos.