El Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, analizó el estado en que se encuentra el Zoológico de Luján, y expresó la necesidad de llevar adelante una reconversión urgente de ese parque o pedir su cierre definitivo en el caso de que no haya avances en ese sentido.
Así lo determinó luego de una reunión que mantuvo con vecinos y autoridades locales y del zoológico, donde se comenzó a diagramar un esquema para avanzar hacia la reconversión.
Puntualmente, se definió elaborar un documento con estándares de cumplimiento y medidas inminentes para comenzar este proceso.
Se trata de un plan que encabezará la Defensoría junto a la Secretaría de Medioambiente de la Nación y el Municipio de Luján, mediante el cual se fijarán los puntos para pensar la reconversión. En función a esto, las autoridades del zoológico harán una contrapuesta que será revisada y a la que se le fijarán metas de cumplimiento.
Entre las medidas exigidas aparecen la individualización de los animales que hay actualmente en el zoológico, un informe sobre las castraciones llevadas adelante, y que se corte con la reproducción interna de la población.
“Estamos totalmente en contra de la existencia de los zoológicos y los ámbitos de encierro para animales. El diálogo para avanzar en la reconversión se tiene que basar en esta premisa, y entender a los animales como personas no humanas sintientes para eliminar todo tipo de sufrimiento”, sostuvo Lorenzino.
La intervención de la Defensoría se da luego de una inspección realizada en el Zoológico de Luján, donde pudo comprobar la presencia de animales hacinados o con collares de ahorque con cadenas, como en el caso de los leones y los tigres, que además sufrían stress por el contacto con la gente, una situación era promocionada por las autoridades del parque para sumar visitantes.
Esta visita fue como respuesta a una petición creada en change.org por la organización Animalista Independiente Argentina, que reunió más de 320.000 firmas y pidió la intervención del organismo.