Se presentó un libro realizado por internos de la Unidad 5 de Mercedes. Se trata de una experiencia que ya viene realizándose en otras unidades de la provincia denominada “Pabellones Literarios.”
La presentación se realizó en el Centro de Documentación y Archivo Municipal de Derechos Humanos y Memoria, con la presencia de la Directora de la Región 6 de Patronato de Liberados Celeste Burone, la Directora de Programas de Patronato Laura Yebra, el Director de Regiones del mismo organismo Orlando Aguirre y Maximiliano Moleres, Coordinador de Dispositivos de Nuevas Masculinidades de la Región; por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires estuvo presente Gerónimo Erdmann Mc Donald, Director de Asuntos Penitenciarios del organismo, Sergio Carini, Coordinador de Derechos Humanos de la Municipalidad de Mercedes y Lucía Lascano, quien tiene a su cargo los talleres del Pabellón Literario de la Unidad 5.
El libro, titulado “Memoria para la libertad”, es el resultado del taller que los internos realizaron el pasado 24 de marzo, Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, donde trabajaron esos tres conceptos a 45 años del golpe cívico-militar.
Como resultado de esas investigaciones escribieron poemas y los ilustraron con dibujos de su autoría, utilizando los materiales que tienen a su disposición. Lucía Lascano los acercó a la Coordinación de Derechos Humanos y en conversaciones con Celeste Burone se decidió solicitar una edición digital al área de Prensa del Municipio y se está trabajando para su edición en papel.
Los internos del Pabellón Literario de la Unidad 5 participaron vía Zoom de la presentación y agradecieron la oportunidad de expresarse, de crecer y de ser escuchados. Desde la virtualidad también estuvieron presentes internos de pabellones literarios de las unidades 7 y 43 del Servicio Penitenciario Bonaerense y el creador del programa, el Juez Roberto Conti, la asesora del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos Laura Lescano y la jefa de Cultura del Servicio Penitenciario Gabriela Ríos.
Lucía Lascano los acercó a la Coordinación de Derechos Humanos y en conversaciones con Celeste Burone se decidió solicitar una edición digital al área de Prensa del Municipio y se está trabajando para su edición en papel.
La idea de los Pabellones Literarios contó el Juez Conti, surgió en 2018 a pedido de un grupo de internos que integran el pabellón 7 de la Unidad 40, donde estábamos llevando a cabo un taller literario con diversos integrantes del Poder Judicial. Ellos propusieron que: así como había pabellones con diversas temáticas, el de ellos podría ser literario, con el compromiso que todos los que lo integran se desempeñen con la escritura y literatura. Fue así que surgió el primer pabellón literario con esa denominación en el ámbito carcelario. A partir de entonces hubo un cambio rotundo de la dinámica de dicho pabellón, el cual era denominado de población, en donde disminuyó a cero el nivel de violencia. Y comenzó a desenvolverse y a desarrollarse el mismo por intermedio del diálogo, aumentando la adquisición de conocimiento y tanto los libros como las palabras desplazaron a las peleas. Actualmente, en el ámbito del sistema carcelario se cuentan con 40 pabellones literarios. Habiendo el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a cargo del Dr. Julio Alak, dispuesto por medio de una resolución ministerial la presencia de los mismos en las 58 Unidades Carcelarias que cuenta la provincia de Bs. As. y, junto con Julia Lescano, Gabriela Ríos y el Capellán General Carlos Pont, estamos coordinando tanto la puesta en marcha de los mismos, como su seguimiento.
En ese marco y a pedido del Director de la Unidad Carcelaria número 5 de Mercedes Horacio Maldonado, junto a Celeste Burone y al compromiso de la tallerista y escritora Lucia Lascano, el 30 de octubre de 2020 se comenzó con esa dinámica en los pabellones 4 -masculino- y de igual modo con el sector femenino. Cabe destacar que la lectura frecuente contribuye en el desarrollo del vocabulario, la adquisición de conocimientos y la orientación en la escritura. Al mismo tiempo, promueve el reconocimiento de palabras escritas y al desarrollo del esquema narrativo, el cual facilita la comprensión y producción de relatos expresivos. Esto proporciona al participante la oportunidad de descubrir y explorar nuevos mundos y de compartir esos conocimientos entre sus pares, familiares, allegados y amigos. También la lectura logra una mejora en el dialecto, lo que permite descubrir un nuevo comienzo, desde lo interno hacia lo externo, materializándose en el trato con sus pares de manera respetuosa y adecuada y generando una mejor armonía con el Personal Penitenciario con quienes conviven a diario. El presente proyecto incorpora a las personas privadas de su libertad que no saben leer, o no tienen interés en la escritura, pero sí en el dibujo y la pintura, con cual se expresa desde ese lado del arte, siguiendo las pautas semanales de los trabajos que se asignan con esa metodología.
«Hace dos años», confirmó Lucía Lascano, «comenzamos este recorrido junto a los internos del Pabellón Literario, un recorrido, un camino, una aventura hacia el interior de todo lo que es “La Palabra.” Se ha dicho por ahí la expresión “una palabra lo encierra todo” y, sin embargo, decimos “una palabra lo libera todo.” Paco Urondo afirmaba desde prisión que “Del otro lado de la reja está la realidad, de este lado de la reja también está la realidad; la única irreal es la reja.” Como para Paco, y tantos Compañeros y compañeras Poetas que han estado tras las rejas y que han sabido volverlas irreales gracias al poder de la Poesía. Intentamos eso, juntos nos preguntamos ¿qué es la Memoria? ¿Qué es la verdad? ¿Qué es la Justicia? Entonces comenzamos a compartir infinitos sentimientos y pensamientos. Hablamos sobre la historia de nuestro país, debatimos, leímos, dibujamos, escribimos. Con el libro “Nosotras, presas políticas 1974-1983” (Ed. Nuestra América) trabajamos con dibujos, poesías y relatos. Un dibujo muestra una escena cotidiana de aquellas mujeres detenidas durante la dictadura, algunas barren, otras juegan al truco, algunas leen, otras se lavan la cabeza, todas comparten un espacio reducido, se pelean y realizan asambleas para mejorar la convivencia. Los chicos del Pabellón Literario realizan su propio dibujo, el mate acá y allá, la radio o el parlantito, la pelota de fútbol, ahora también los libros, se da la charla, todo se habla, se piensa y se acuerda colectivamente. En nuestro Pabellón, son 108 internos que diariamente leen, escriben, crean, construyen una realidad diferente a través de la Palabra. Todo es real, de este lado de la reja y de ese lado de la reja, todo, todo es real. La libertad es real, y es sin lugar a dudas, la que nos impulsa a seguir luchando por esa inmensidad que es la Memoria, la Verdad y la Justicia».
«Desde la Coordinación de Derechos Humanos de la Municipalidad de Mercedes», agregó Sergio Carini, «celebramos esta iniciativa de creación de Pabellones Literarios en la Unidad 5 de Mercedes y a sus impulsores: el Juez Roberto Conti, Celeste Burone, el director de la UP5 Horacio Maldonado, y felicitamos a todas y todos aquellos que participan en ellos y a sus talleristas. En esta ocasión en particular, queremos agradecer el impulso y la creatividad de Lucía Lascano, que inspiró a un grupo de internos a escribir en conmemoración del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, reflexionando sobre el terrorismo de Estado desde sus propias miradas y promoviendo el pensamiento crítico. Pabellón Literario es una instancia de educación no formal en contextos de encierro, que incentiva a quienes participan a leer y escribir, lo que impulsa otras motivaciones como aprender, expresarse, incluso alfabetizarse, utilizando el arte como vehículo».
Por su parte, Celeste Burone reflexionó que “la Institución cárcel, la de los candados y las rejas, puede prolongarse reforzando castigos o puede abrirse permitiendo la restauración y el revisionismo. En la cárcel de Mercedes, tipificada como de máxima seguridad, se permite el trabajo honesto de la prelibertad. Allí es dónde son posibles los proyectos futuros, los repensares, el reconocimiento, la responsabilidad social y ciudadana, el arte. Otras oportunidades posibles en lo personal y en lo socio comunitario. Algo está claro, hace falta compromiso para que se lleve adelante. Un juez lo vio. Un director lo socializó. Las Instituciones se encontraron. Y cuando las Instituciones permiten el encuentro suceden hechos como este. Pabellón Literario es una realidad que no sería posible sin aquel juez que sugirió, aquel director que propuso, aquella Trabajadora Social que articuló, pero, sobre todo, de esa musa que llega cada semana a través de Lucia, a la población de los pabellones».