El Rectorado de la UNLu determinó adoptar a partir del pasado 11 de marzo la modalidad de presencialidad cuidada, «respetando las medidas de prevención sanitarias vigentes y aplicables a la Institución, a efectos de preservar la salud de toda persona que debiera concurrir a la Universidad».
Lo hizo el rector Walter Panessi mediante la Resolución de Rectorado N° 36/22, que determina asimismo «dejar sin efecto la Resolución RESREC-LUJ 145/21 y concordantes que se hubieran dictado en el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) y Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) producto de la pandemia mundial del SARS-CoV-2 (COVID-19)».
Esta Resolución señala que son los Departamentos Académicos de la Universidad quienes definirán la implementación de esta presencialidad cuidada, «respetando lo resuelto por el H. Consejo Superior y lo dispuesto por la Secretaría Académica en relación a las modalidades establecidas para el desarrollo de las distintas actividades académicas planificadas a partir del primer cuatrimestre de 2022 y resguardando el contrato académico con los estudiantes».
Del mismo modo, son «las y los responsables jerárquicos de cada una de las dependencias de la estructura Nodocente» quienes convocarán «a los agentes a su cargo para el desarrollo de tareas laborales mediante modalidad presencial cuidada, observando siempre las medidas señaladas», y serán las Paritarias de Nivel Particular «las encargadas de resolver aquellas cuestiones no previstas» por la Resolución.
En este marco, representantes de la Asociación de Trabajadores de la Universidad (ATUNLu) y del Rectorado analizaron y acordaron, en la Comisión de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CCyMAT), los términos de un nuevo protocolo con recomendaciones de higiene y seguridad.
«La CCyMAT es el espacio institucional desde el que se garantizó durante la Pandemia el funcionamiento de la Universidad de manera cuidada, de modo que los trabajadores pudiéramos prestar servicios preservando nuestra salud y la de nuestras familias», afirmaron al respecto desde la Asociación gremial Nodocente.
«Las indicaciones del protocolo deben ser tenidas en cuenta por las autoridades institucionales, el conjunto de los trabajadores y toda persona que ingrese a la Universidad», señalaron.
El nuevo protocolo implementado, entre otros puntos, prevé:
– La determinación de capacidades máximas permitidas según el factor de ocupación para cada espacio de trabajo.
– El uso de tapabocas para el ingreso los edificios y la permanencia en espacios cerrados compartidos.
– La adecuación de los espacios para las diferentes actividades de la Universidad.
– Distanciamiento, sanitización, ventilación y recambio de aire adecuados, entre otros.
Este protocolo es de alcance general para toda la Universidad, y fue aprobado mediante la Resolución de Rector Nº 41/22.