Una nueva marcha en reclamo de justicia para Rodrigo Joel González, de 18 años, muerto en Olivera en un episodio todavía no aclarado cuando escapaba en su moto de otros jóvenes, finalizó con incidentes entre manifestantes y efectivos de la Comisaría Luján Segunda.
La caravana, unas 100 personas según estimó la Policía, marchó desde Mercedes en autos, camionetas y motos e ingresó al pueblo vecino cerca de las 16 horas del sábado haciendo sonar sus motores y bocinas por la avenida Juan XXIII.
Llegaron hasta inmediaciones del domicilio de uno de los imputado por el hecho y regresaron hasta el puente sobre la Autovía 5 para homenajear a la víctima en el lugar de su deceso. Colocaron recordatorios y quemaron neumáticos girándolos a gran velocidad contra el asfalto.
Lo que sucedió después difiere de acuerdo a las versiones: el parte policial informa que los motociclistas “comenzaron a realizar maniobras de destreza intempestivas, alterando la normal fluidez del tránsito, lo que derivó en un llamado al 911” y la concurrencia de un móvil.
Cuando los mercedinos se retiraban por la colectora “propinaron golpes al patrullero, le arrojaron piedras y lo zamarrearon intentando volcarlo”, informó la Policía y agregó que “los uniformados se vieron obligados a utilizar munición antitumulto, logrando que desistan de su acción”.
Para los familiares de Rodrigo, fue un efectivo policial el que desató la batahola con gestos provocativos y luego disparando una posta de goma. “Nos hizo fuck you y tiró un tiro al aire”, contó Claudio Antunes, cuñado de Rodrigo, a NOTICIASMERCEDINAS.COM.
Los allegados a la víctima desconfían del accionar policial y judicial en el caso: dudan que el joven mercedino haya muerto al golpearse con el guarda rail o el cordón al perder el control de su moto mientras escapaba.
Señalan que uno de los imputados llevaba un palo durante la persecución; que les llama la atención el estado de la moto, sin mayores daños; y algunas características de las lesiones que Rodrigo presentaba en su cabeza,
También indican que desapareció la mochila roja que llevaba Rodrigo con la documentación de su Honda 125, por lo que todavía no pudieron recuperar el vehículo, y tampoco les fue entregada ni periciada la ropa que llevaba el joven, entre otros cuestionamientos.
Lautaro Ibar Vargas, de 28 años, y Luciano Gabriel Meli, de 19, están imputados de “homicidio culposo agravado por la conducción imprudente de un vehículo con motor y por haberse dado a la fuga y no intentar socorrer a la víctima”. Fueron aprehendidos luego del hecho y liberados a los pocos días.