Tras tres décadas como gremialista, Silvia Gandolfi, quien hasta hoy ejercía la secretaría general de la Unión de Educadores Bonaerenses, se retira de la actividad sindical. Aunque afirma que seguirá ligada en distintas organizaciones sociales que la tienen como partícipe.
Desde hace tres décadas, desde fines de 1989, que comienzo como secretaria de finanzas y lo sostuvo por 4 años, para luego ser secretaria adjunta de Carmen Gioscio hasta 2007, que fue electa secretaria general, Silvia Gandolfi está ligada a la UEB.
Este martes hay elecciones en el gremio de calles 31 y 18 y eso no es algo excepcional. Lo que sí resulta novedoso es no verla a Gandolfi en ninguna lista. “Siempre se han cumplido los plazos y hemos vivido estas instancias. Yo en esta oportunidad no es que rechazo el cargo sino que creo que hay que dar la posibilidad a un recambio. Y esto está dado en que mi percepción y convicción es que es necesaria la alternancia en todas las conducciones. Sea un gremio u otra organización”, sostiene Gandolfi.
-¿Qué fue lo que te llevó a involucrarte con el gremialismo en 1989?
Tal vez algo que traía de joven, la militancia social. En los barrios, con 15 años, hacía esa actividad. Luego estuve 8 años como docente en Moreno y ahí fue una prueba de fuego, con vivencias y un crecimiento importante. Conciencia de participación no tenía pero cuando el gremio docente de Mercedes convoca a elecciones me invitan a una reunión en la Escuela 8, yo venía de la Escuela Rural 17, participo y se informa que había que conformar una nueva comisión, y ahí conocí a Carmen Gioscio, Ana María Colazo, Juan Carlos Blanco y Nélida Beyer, que después conformaron la comisión directiva. Preguntaban quién quería participar y yo levanté la mano. Entre todos los miembros de la lista coincidimos quién iba a ocupar cada cargo y a mí me eligieron como tesorera, algo que conocía a través de las cooperadoras de escuela. Y a la conciencia sindical la fui adquiriendo con el tiempo, como baluarte y basamento que somos trabajadores, tenemos derechos y vamos por más, es una construcción. Tuve la posibilidad de este crecimiento por las personas que estuvieron alrededor mío, con mucha convicción de legitimar la existencia de las conducciones gremiales.
-¿Qué fue lo más lindo que te pasó, un hecho que te haya marcado en este tiempo?
El conocimiento. Este me llevó a descubrir verdades no absolutas pero verdades al fin. Y también ese conocimiento me hizo llegar mucho más a las personas y tomar conciencia de los problemas, de la dimensión humana. Eso me ayudó y es lo que más rescato de todo este caminar en lo gremial.
-¿Y el momento más feo, el más difícil?
Fueron algunas controversias internas. Yo las viví y otros miembros de comisión también. Controversias casi sin razones teniendo la perspectiva de que es un gremio y a partir del 89 tuvo como premisa fundamental ser un gremio universal, para todos los trabajadores de educación sin distinciones políticas partidarias ni religiosas. Y hoy que me estoy yendo puedo decir que lo hemos cumplido a rajatabla. Eso lleva a la credibilidad, a la confianza y al acercamiento de docentes afiliados y no afiliados. Es importante saber que las instituciones están para ser parte de la organización de la sociedad. Y si esa organización no se replica en el cumplimiento de lo que normativamente tenemos aceptado como sociedad y esas organizaciones no van por dignificar a las personas no tendrían sentido de existir. Y creo que este gremio con casi 900 afiliados tiene esa mirada, esa consideración de que por algo pertenecen a este gremio.
-¿Cómo te imaginás tu futuro de aquí en más?
Ya tengo el futuro. Mi presente es el futuro. Como gremio no nos hemos encerrado, si bien hubo periodos en los cuales las controversias o coyunturas hicieron que nos abroqueláramos como entidad, desde hace unos años nos venimos abriendo y participando en otras organizaciones activamente, como la Mesa Sindical o la Asamblea por la Agroecología. Estamos en esas organizaciones y ese es el futuro en el cual estamos representados y seguiré. También como ciudadana, no me voy a desprender de algo que considero es necesario que nos involucremos y seguiré involucrada, aunque también tengo otras perspectivas de actividades de militancia social. En este momento me desprendo solo de la militancia gremial
En estos años te habrán tentado más de una vez para ocupar una lista partidaria y ser postulante a concejal o consejero escolar…
Sí, hubo ofrecimientos. Me decían que los gremios debían estar dentro de un partido político, que no era contradictorio, pero tal vez yo consciente de mis propias limitaciones no puedo hacer ambas militancias a la vez. Estar dentro de un gremio en el cual muchas veces hay que pelear por lo que tenemos y lo que nos falta, eso demanda tiempo completo, estar muy atento, tener mucho conocimiento y estar relacionados con otros sindicatos. Nunca accedí a ningún cargo político partidario.