Sin pelos en la lengua y cansados de tanto desprecio a la ley, vecinos de la ciudad bonaerense de Alberti llevaron al Concejo Deliberante la problemática de las fumigaciones con agroquímicos.
Dando cumplimiento al Decreto N° 10 del año 1998, de esa localidad, el pasado martes 13 de octubre en el recinto del HCD de Alberti, el vecino Oscar Di Vincensi hizo uso de la banca abierta.
El presidente de la Asociación Civil «Un surco por familia» expuso sobre la Ordenanza 1690/08 con respecto a la aplicación de agroquímicos, la Ley Provincial 10.699 y el Decreto 449 del año 1991.
En un partido con 9.300 habitantes en el padrón, haber tenido el apoyo de 1000 firmas al petitorio fue algo notable.
«Fue un hecho político muy importante plantear a los concejales la problemática de los agrotóxicos, incumplimientos de ordenanzas y leyes pisoteando los derechos fundamentales», remarcó Di Vincensi consultado por NOTICIAS MERCEDINAS.
«Torito» Di Vincensi, que hace unos años no tuvo empacho en recorrer varios países de Latinoamérica para llegar a Venezuela en un Renault 18 break gris (al que apodó El Hammer), en un «recorrido socio-ambiental» y en su paso por la ruta 5 se detuvo en Mercedes, se destaca nuevamente con la premisa de informar sobre la situación ambiental de su pueblo.
«Para nosotros el trabajo es mucho. Mientras, con Un Surco por Familia seguimos construyendo la huerta comunitaria a orillas de las vías del ferrocarril en zona periurbana. Plantamos árboles frutales y de sombra, más verduras, hortalizas y aromáticas», comentó Di Vincensi, que además es periodista y se especializa en materia ambiental con un compromiso en el que pone la vida.
«Desde el mismo pueblo se va avanzando sin bajar la intensidad del reclamo, por lo que hacemos controles sorpresas en accesos con grupos de vecinos para evitar que se siga ingresando a la planta urbana con venenos», dice sobre la lucha que han emprendido contra el paso de mosquitos fumigadores y acopios de materiales tóxicos en Alberti, que permanentemente denuncian en la justicia.
Di Vincensi tuvo una jugada y crítica exposición en el Concejo Deliberante de su pueblo, este martes. Al finalizar su alocución los 12 concejales no tuvieron preguntas ante los reclamos y las 1.000 firmas de vecinos que avalaron el petitorio.
En Alberti, el municipio decidió trazar caminos rurales fuera de la planta urbana para evitar la circulación ilegal de las máquinas fumigadoras (en la ley 10699 art. 34 decreto 499 se prohíbe la circulación en centros poblados).
«Usar barbijos o máscaras para evitar respirar venenos no es la solución. Los niños están expuestos a la contaminación del agua, el aire y la tierra, por las fumigaciones con agrotóxicos. Afectados e invisibilizados por el Sistema de Salud»
Además, después de lograr la aplicación de ese artículo hace unos meses la policía secuestró un mosquito y dio intervención al Ministerio de Agroindustria provincial.
«Estamos trabajando para que los depósitos de agroquímicos y fertilizantes y depósitos de máquinas de fumigar se saquen de la planta urbana», explicó Oscar Divincensi. «Exigimos que se suspendan los permisos para fumigar a solo 100 metros de los barrios periurbanos por el área de Producción municipal, consideramos que son ilegales y no se aplica el principio precautorio», aclaró.
En Alberti el artículo 4 de la ordenanza municipal 1690/08 dice que no se puede fumigar en área ecológica protegida de 1.000 metros.
Entre otros puntos, desde la banca abierta, el vecino expresó: «Usar barbijos o máscaras para evitar respirar venenos no es la solución. Los niños están expuestos a la contaminación del agua, el aire y la tierra, por las fumigaciones con agrotóxicos. Afectados e invisibilizados por el Sistema de Salud… ¿Seguirán enfermándonos y matando en silencio? ¿Amparándose en la renta de los comodities, mientras la complicidad gubernamental y la inacción social este de moda en nuestros pueblos, es directamente proporcional a más hectáreas fumigadas, más niños expuestos que enfermarán y/o mueren, más centros oncológicos que se inauguran, más casos de los huérfanos ambientales al enfermar y morir los padres, por causas relacionadas con la contaminación ambiental?».
«En pequeñas dosis de venenos, se sirven en desayunos, merienda y cena cada día a niños, adultos y ancianos, en silencio avanza perverso el modelo agronazi, rociando las producciones de cereales, oleaginosas, verduras, legumbres, hortalizas y frutales, con venenos que enferman y matan cada día a seres vivos, también a humanos», planteó Di Vincensi, en un reclamo por una situación problemática que se repite calcada en distintos distritos de la provincia y el país, donde los negocios de las trasnacionales químicas y los transgénicos transgreden toda ética y atropellan a las poblaciones minando su calidad de vida.