El municipio de General Alvear de la provincia de Buenos Aires cuenta desde esta semana con su propia Planta Bioeléctrica, la cual ya está entregando a la red de electricidad 1 Mwh (un megavatio/hora).
Este importante y estratégico emprendimiento del Grupo Riccillo fue inaugurado con la presencia del jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Augusto Costa; el ministro de Agricultura de la provincia, Javier Rodríguez; y autoridades de la Secretaría de Energía de la Nación, de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A (CAMMESA) y del FOGABA (Fondo de Garantías Buenos Aires), una Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria de la Provincia de Buenos Aires destinada a asesorar y apoyar proyectos de micro, pequeñas y medianas empresas.
También acompañaron la inauguración los intendentes de Gral. Alvear, Ramon Capra, y Saladillom José Luis Salomon.
Por su parte, el titular de la UATRE, José Voytenco, imposibilitado de estar presente por compromisos asumidos anteriormente, envió una conceptuosa adhesión a la inauguración en la que afirma “la necesidad de la permanente actualización tecnológica del sector rural, así como la búsqueda constante de nuevas formas de agregar valor a nuestra producción primaria”.
En ese sentido, el líder de los trabajadores rurales expresó que “nuevas tecnologías generan trabajos nuevos y traerán seguramente nuevos desafíos” ante los cuales “la UATRE siempre va a ser un factor proactivo con la producción y el trabajo, con la única condición de asegurar el trabajo decente y en el marco de la ley para los trabajadores y trabajadoras rurales”.
Finalmente, calificó a Antonio Riccillo, CEO del Grupo Riccillo, como “un claro exponente de un auténtico empresario rural comprometido con el país y con absoluta responsabilidad social”.
En diálogo con El Agrario, Riccillo destacó que “este es un emprendimiento totalmente argentino, en el que participamos 11 socios que aportamos un total de 5,5 millones de dólares” y explicó que “el proceso es absolutamente amigable con el medio ambiente, generando una energía limpia y renovable y permitiendo utilizar los residuos, en el final del proceso, como sustrato que luego convertimos en productos para la actividad agrícola”.
La planta de Gral. Alvear se encuentra ubicada junto a una granja porcina de 2.500 madres, que aporta sus efluentes como materia prima para la producción del biogás. El purín de cerdo es mezclado junto a cama de pollo que se obtiene de una granja cercana, también propiedad del Grupo Riccilo.
“Mezclamos los dos productos y a través de un proceso biológico, que dura de 30 a 40 días, que genera biometano, el cual se utiliza para el funcionamiento del motor que inyecta electricidad a la línea”, explicó Antonio Riccillo, y agregó que “los residuos resultantes constituyen un sustrato que también se utiliza, la parte líquida para riego y la parte sólida como biofertilizante”.
Con inocultable orgullo, Riccillo afirmó que los 11 socios son “argentinos apostando a la producción, posición en la que estamos hace 30 años ininterrumpidos”.
Cabe recordar que las bioenergías son fuentes de generación de energía eléctrica a través de recursos renovables, es decir, capaces de regenerarse ilimitadamente, como pueden ser la energía eólica, solar, la hídrica o la biomasa, como en este caso, permitiendo sustituir los combustibles fósiles.
El impulso de las bioenergías se desarrolló con la sanción de la ley 26.190 y sus modificaciones “Régimen de fomento nacional para el uso de fuentes renovables de energía destinada a la producción de energía eléctrica”.
En nuestro país, este tipo de emprendimientos está en su etapa inicial. Hay países, como Alemania, en los que ya existen más de 11 mil plantas de este tipo, con lo cual las pequeñas localidades rurales obtienen su fuente de energía de su propia producción agropecuaria.
El evento permitió al grupo Riccilo dar a conocer un segundo proyecto que tiene en carpeta: otra planta de bioenergía ubicada en el partido de Saladillo, esta vez con capacidad para producir 2 Mwh, la cual utilizará los residuos de una granja de cerdos similar, pero también los de un feedlot estabulado que cuenta con un sistema de limpieza automático.