Cada vez son más las actividades que las personas realizamos en la red. En la actualidad, podemos encontrar desde actividades sociales hasta transacciones económicas de todo tipo. ¿Quién no realiza compras por internet? En muchas ocasiones, estos usuarios deben confiar en las páginas web de destino y ofrecer datos personales y privados como direcciones o números de cuenta. Por ese motivo, cabe estar atento a la seguridad digital y saber qué acciones hacer para protegernos.
Siempre ha sido un consejo básico, pero no está de más recordarlo de vez en cuando: se recomienda realizar compras en línea en páginas web y plataformas con las que se tenga cierta confianza, sean conocidas o tengan prestigio social. Esto pasa por averiguar si son un sitio seguro, por ejemplo, con el protocolo https, y tener como métodos de pago aquellos más habituales como Visa, MasterCard o PayPal. La mayoría de empresas de comercio electrónico responden afirmativamente a estas dos características.
Otro de los sectores que más trabajan en materia de seguridad digital son los relacionados con los juegos de casino online y todo el mundo que los rodea. Reciben a diario millones de usuarios cuyo objetivo es practicar los slots o realizar apuestas deportivas, pero cada uno de ellos necesita un proceso minucioso de verificación. Las plataformas se aseguran, por ejemplo, pidiendo un documento acreditativo, que detrás de cada cuenta haya una persona real.
Pequeñas acciones recurrentes
No todo tiene relación con las compañías proveedoras de productos y servicios. En nuestro día a día podemos poner en práctica pequeñas acciones que nos ayuden a garantizar la seguridad en el campo virtual. Una de las más fáciles, aunque muchos descuidan, es el hecho de cambiar contraseñas de manera periódica e intentar no repetirlas en más de una plataforma. En los tiempos actuales, la mayoría de páginas piden la combinación de mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales para complicar la tarea a terceros.
Como en el mundo físico, no se puede confiar en todo aquello que se nos ofrece. Cada vez es más recurrente ver cómo se reciben correos electrónicos o mensajes sospechosos a través de nuestro celular con enlaces a noticias o a descuentos de alguna marca. Antes de abrir el enlace, se recomienda asegurarse de que es la página verificada. En la mayoría de ocasiones se trata de cuentas falsas cuyo objetivo es hacerse con los datos personales de uno.
Centrándonos en la actividad de los celulares, estos nos dan la posibilidad de proteger de diferentes maneras nuestra actividad. No solamente con la introducción de una contraseña, sino también con el reconocimiento biométrico o la introducción de patrones. Cuantos más filtros, más complicado será que entre quien no debe. Además, se recomienda ir haciendo copias de seguridad de manera constante para no perder toda aquella información que hemos ido acumulando a lo largo del tiempo.
La seguridad del hogar
En muchas ocasiones, la atención se focaliza en los dispositivos más habituales, pero no solamente deben acaparar estos nuestra atención. También cabe proteger las diferentes redes que se tienen en el hogar. Se recomienda no quedarse con la contraseña que se nos da por defecto y, a poder ser, aumentar el nivel de seguridad a protocolos WPA o WPA2. Con estas dos acciones se podrían evitar las bajadas de rendimiento o las diferentes incidencias, claros indicadores de que algo puede estar sucediendo.
Y una pequeña novedad desde hace pocos años: vigilar qué dispositivos se conectan a la red. Como hemos podido ver, computadoras o celulares tienen diferentes pasos para dar entrada a los usuarios, algo que no pueden afirmar otros dispositivos como televisores, videoconsolas o asistentes de voz. Cada vez es más recurrente que entren terceros no deseados a través de ellos y, por ese motivo, se recomienda ir haciendo actualizaciones necesarias constantemente para dificultar su entrada. En este sentido, todavía hay campo para correr.