Han sido unos meses un tanto convulsos para la plataforma Netflix, marcados por la pérdida de unos 200.000 suscriptores en el primer trimestre de este año, en parte por la coyuntura internacional, pero también por algunos rumores respecto del espinoso asunto de compartir contraseñas y diversas críticas respecto a la calidad de los contenidos de su catálogo. Hay quien asegura que esta crisis no sólo afecta a Netflix, sino que también es un problema del modelo de negocio, que podría estar agotándose por el aumento de oferta y del agotamiento de la audiencia. De una forma u otra, parece que la sangría de bajas no tiene visos de detenerse a corto plazo, lo que obligaría a la compañía con sede en California a tomar algunas medidas en el corto plazo.
Aún siendo líder en su sector de mercado, su competencia le pisa los talones. Y en parte es debido al músculo financiero que tienen plataformas como HBO Max, con un potente convenio con algunas de las principales distribuidoras, o Disney+, un gigante económico que puede ofrecer en exclusiva material de Marvel o Star Wars. Por ello, una de las medidas que parecen inminentes sería la de incluir publicidad durante su servicio, una iniciativa que le permitiría conseguir un embolso monetario adicional a las cuotas de inscripción y le daría más posibilidades para adquirir derechos de títulos de mayor calidad y tirada de audiencia.
Los videojuegos al rescate
Otra de las potenciales soluciones podría pasar por innovar. Lo cierto es que Netflix ha obtenido un notable éxito cuando ha apostado, por delante de sus competidores, por un fenómeno como el de los videojuegos o los eSports. Un buen ejemplo de ello ha sido la serie “Arcane”, basada en el universo de League of Legends, que ha conseguido una gran aceptación por parte de la audiencia y la crítica. También Castlevania, inspirada en el popular videojuego de vampiros ha sido muy bien calificada por los portales especializados. Todo ello abría la puerta a una de las medidas pioneras de la empresa de “la gran N”: incluir juegos en su catálogo, algunos basados en estos famosos títulos.
Además de Arcane y Castlevania, justo este mes se estrena es la tercera temporada de “DOTA: Sangre de dragón”, con la temática del popular juego Dota 2, uno de los títulos con mayor seguimiento en el mundo de los eSports, que compite en audiencias con League of Legends y en tráfico en los principales portales de pronósticos para las competencias de Dota 2, especialmente en su torneo estrella, “The International”, que a la postre es el evento que mayores premios económicos reparte en el mundo de los deportes electrónicos (hasta 40 millones en su edición del pasado 2021). La serie ha tenido una gran recepción y se suceden las temporadas, algo lógico cuando un proyecto funciona bien y amarra a los espectadores.
Entre las opciones que podrían estar barajándose por parte de Netflix estaría el realizar retransmisiones en directo. Concretamente, se podría tratar de temática deportiva, por ejemplo, los ya citados eSports, que están cosechando audiencias cercanas a los 500 millones de espectadores anuales. De hecho, ha sido una de las grandes bazas del éxito de Twitch, que, por otra parte, es un competidor de Netflix ya que, pese a tener una actividad diferente, se disputa el tiempo de ocio, y en especial del ocio digital, de los potenciales clientes.
Controlar el gasto
Por otra parte, no sólo se trata de lo que puede hacer, sino también de lo que no debería hacer Netflix. La plataforma ha destinado enormes cantidades de dinero a algunas producciones propias, algo que le ha dado notoriedad, pero que tiene sus inconvenientes. La inversión en algunas películas, que resultan “blockbusters” plagadas de estrellas con elevados cachés, puede no ser demasiado rentable, dado que son productos que se consumen en dos horas y no incentivan la continuidad de la suscripción, ya que después el cliente se sigue quedando con un catálogo de series y films que ya ha visto, otras que no le apetecen y otras tantas de una calidad discutible e, incluso, mediocre para los estandartes actuales de muchos usuarios.
Evidentemente, no todo es baja calidad, algunas series han conseguido un gran éxito, como “Stranger things” o “El juego del calamar”, por citar algunas. Y es que, además de la marca, Netflix también tiene motivos para ser la primera en su sector; pero también motivos para preocuparse. Por tanto la evolución y la innovación son imprescindibles. Renovarse o morir.
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