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Javier Milei y su relación con la problemática ambiental

Por Cristián Frers. La Escuela Austríaca de Economía, con su enfoque en el libre mercado y la propiedad privada, ha dejado una huella perdurable en la teoría económica. No obstante, cuando se adentra en el ámbito de las cuestiones ambientales, su perspectiva se convierte en el epicentro de un apasionado debate. Uno de los seguidores de esta corriente es Javier Milei, actual candidato presidencial en las elecciones de octubre del 2023 en Argentina, afirmo que una empresa «puede contaminar un rio todo lo que quiera. Como hacen equilibrio parcial, no ven el problema del equilibrio general de que sobra el agua. Esa es una sociedad (la que contamina) en la que sobra el agua y el precio del agua, ¿cuánto es? Cero. Consecuentemente: ¿quién va a reclamar el derecho de propiedad de ese rio? Nadie. Porque no pueden ganar plata».

En varias oportunidades el candidato a presidente de La Libertad Avanza, manifestó que el cambio climático “es una mentira” al igual que el calentamiento global. El libertario ha dicho que el planeta se encuentra en “el nivel de temperatura más bajo” de los últimos 10.000 años. “Cuando mirás 420.000 años de historia, vas a ver es que hay ciclos de temperatura, hay momentos donde el planeta está caliente y momentos donde el planeta está frío. De esos años hay cinco picos de calor, el actual es el más bajo de todos. Cuando vos mirás los últimos 10.000 años del planeta Tierra, hoy es el nivel de temperaturas más bajo. Tenés un problema de parámetros, de ciclos”

Desde hace años que hay consenso científico sobre que es un hecho y que está influenciado por la acción humana. Basta con citar el último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) donde los miles de científicos que lo integran advirtieron una vez más que las actividades humanas son los principales responsables del claro y progresivo calentamiento global proveniente de emisiones de gases de efecto invernadero.

La visión austríaca no está exenta de críticas, ya que evaluar los costos y beneficios de las externalidades ambientales en la práctica puede resultar extraordinariamente complejo, especialmente cuando se trata de daños a la salud humana o efectos a largo plazo, como el cambio climático. Por lo pronto, la variable tiempo y la asimetría de la información pueden dificultar la identificación de los responsables y la consecuente compensación adecuada.

La cuestión de si las generaciones venideras poseen derechos en el presente es un asunto complejo y objeto de un debate filosófico perenne. Históricamente, la idea del contrato social se remonta a pensadores políticos como Thomas Hobbes, John Locke y Jean-Jacques Rousseau en los siglos XVII y XVIII. Estos filósofos plantearon la noción de que la autoridad del gobierno emana de un contrato implícito o explícito entre los individuos que conforman una sociedad. No obstante, surge la incógnita de qué sucede con aquellos que aún no han sido concebidos. ¿Es nuestro compromiso con nuestros predecesores meramente moral o constituye una obligación jurídica?

El desarrollo sustentable es alcanzable mediante la acción organizada de la sociedad, sobre los factores de la producción. Cualquier otra racionalidad que se le intente imprimir al proceso lo desvía de su factibilidad. Las características complementarias que se le señalen al proceso, ya sea que se trate de la equidad social, el equilibrio regional, la igualdad de género, la justicia étnica, la conservación del patrimonio cultural, la solidaridad con grupos en desventaja, o cualquier otro, deberán de integrarse sinérgicamente a los procesos productivos generados por una economía de mercado, libre de ataduras intervencionistas y barreras artificiales.

La protección del medio ambiente y la promoción de prácticas sostenibles son desafíos cruciales en la actualidad. En este contexto, las agencias reguladoras juegan un papel fundamental en la supervisión y el cumplimiento de las regulaciones ambientales. Una agencia es un organismo gubernamental creado por una legislatura para implementar y hacer cumplir leyes específicas. Una agencia tiene funciones cuasi legislativas, funciones ejecutivas y funciones judiciales. Su enfoque se basa en una combinación de medidas diseñadas para garantizar que empresas y particulares cumplan con las normativas medioambientales.

Hoy en día estamos viviendo lo que se denominaría una crisis ambiental. Es decir, una crisis que afecta al medio ambiente, así como a todas las formas de vida que están asociadas a los ecosistemas que estarían en crisis, y que, además, se caracteriza por tener un carácter global en lugar de poder localizarse de forma determinada en un área geográfica concreta. Sin duda, su origen lo encontramos en la actividad humana, que con su impacto en el medio ambiente pone en serio peligro la propia supervivencia de muchas especies biológicas y ecosistemas en su conjunto. Además, esto tiene consecuencias que van más allá del impacto biológico y ambiental, ya que afectan de forma directa a las sociedades humanas y a sus economías y equilibrios.


Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista)