La plazoleta Dr. Manlio L. Gioscio, ubicada en calle 30 bis esquina 9 de la ciudad de Mercedes, volvió a lucir su placa conmemorativa tras ser reinstaurada luego de que fuera vandalizada y robada tiempo atrás.
La gestión para recuperar este homenaje fue posible gracias a la iniciativa de los familiares de quien fuera una destacada personalidad de la comunidad local.
Este espacio público ya había sido restaurado y remodelado en noviembre de 2020, en plena pandemia, cuando se colocó nuevamente una placa que recordaba al doctor Manlio L. Gioscio. Sin embargo, actos vandálicos atentaron contra este símbolo que ahora ha sido recuperado para preservar la memoria colectiva.
El legado del doctor Manlio Gioscio
El nombre del doctor Manlio Gioscio trasciende las placas y calles de Mercedes. Conocido como «el médico del pueblo», dedicó su vida al servicio de la comunidad. Carmen Gioscio de Guinot, docente, escritora y una de sus hijas, recuerda con profunda emoción a su padre como un hombre comprometido y solidario, que no solo practicaba la medicina, sino que también tendía la mano a quienes más lo necesitaban.
Manlio Gioscio no solo destacó por sus habilidades como cirujano, sino también por su compromiso social.
«Recuerdo las noches en que venían a buscarlo por una urgencia del campo; se ponía el sobretodo sobre el pijama y salía con quien lo necesitara. Su dedicación al pueblo no se cobraba en dinero, sino que a casa llegaban perdices o duraznos como muestra de gratitud», rememora Carmen.
Su trayectoria profesional también estuvo marcada por su admiración hacia el reconocido cirujano argentino Dr. Enrique Finochietto, con quien compartió aprendizajes. Incluso, Gioscio recibió de su mentor una caja de instrumentos quirúrgicos, un gesto que subrayó el respeto mutuo entre ambos médicos.
Manlio Gioscio no solo destacó por sus habilidades como cirujano, sino también por su compromiso social. En una ocasión, intervino para salvar la vida de un joven gravemente herido tras caerse de una tranquera, empleando una técnica quirúrgica innovadora que resultó exitosa.
Falleció en 1955, a los 50 años, dejando un legado imborrable en la ciudad de Mercedes. «Dio todo lo que le fue dado», concluye Carmen, quien comparte con orgullo el impacto que su padre tuvo en la vida de tantos mercedinos.
Además Carmen comentó a este medio que está entregando todo el material que tiene de su padre a historiadores locales para que su compromiso con «los desclasados» de entonces sirva de ejemplo a las nuevas generaciones. «El era muy generoso, siempre tratando de solucionar problemas de la gente común que no tenía recursos», indicó Carmen Guinot y narró algunas anécdotas de accidentados que recurrieron al siempre pronto y dispuesto cirujano para que los intervenga.
Por último, vale decir que Manlio también fue presidente del Colegio Médico y del Aero Club, entre otras instituciones. Y que entre el material que su hija Carmen está donando se encuentran incluso originales de sus discursos manuscritos.