Personas privadas de libertad alojadas en la Unidad 5 del Servicio Penitenciario Bonaerense, en Mercedes, comenzaron esta semana un curso de Braille dictado por un tallerista no vidente, con el objetivo de adquirir herramientas de inclusión laboral y colaborar en la producción de materiales accesibles para personas con discapacidad visual.
El taller, denominado “Braille para la Inclusión”, tiene una duración de seis meses y contempla clases presenciales quincenales con una carga horaria total de 28 horas cátedra. Está a cargo de Carlos Marcelo Aguilar, integrante no vidente de la Dirección de Discapacidad de la Municipalidad de Mercedes, quien no solo coordina los encuentros, sino que también aporta los materiales necesarios para su desarrollo.
La propuesta, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y del gobierno provincial, se desarrolla en el Aula de Cultura del Área de Vigilancia y Tratamiento de la cárcel y está dirigida a 16 internos del pabellón 5 del primer piso.
El gesto solidario del tallerista, quien se pone al frente de una actividad formativa en contexto de encierro, aporta un valor simbólico adicional a esta experiencia educativa, que busca vincular la capacitación con el compromiso social. El curso no solo promueve el acceso al conocimiento de un sistema de lectoescritura clave para la inclusión, sino que también habilita a los internos a participar activamente en la elaboración de recursos destinados a otras personas con discapacidad visual.
Desde la organización del curso destacaron que se trata de una experiencia innovadora que sienta las bases para futuros abordajes más profundos en materia de inclusión, accesibilidad y derechos humanos dentro del sistema penitenciario.
