La Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires (ARD) y la Cámara Argentina de Servicios y Productos de Terapia Renal (CATR) alertaron que la falta de pago y de actualización de aranceles por parte del Gobierno bonaerense pone en riesgo la continuidad del tratamiento de 4.342 pacientes que dependen del sistema público provincial. La deuda acumulada asciende a más de 18 mil millones de pesos y afecta a 195 centros prestadores, muchos únicos en sus localidades.
El 24 de julio, ambas entidades enviaron una nota formal al gobernador Axel Kicillof solicitando su intervención directa. Según denunciaron, la única respuesta oficial fue el reenvío del reclamo al Ministerio de Salud y al IOMA, que no brindaron soluciones concretas. Desde julio de 2024, no se actualizan los valores del servicio ni se abonan las prestaciones ya realizadas.
“La posibilidad de cierre de algunos establecimientos, cada vez más corpórea, derivará en la suspensión de los tratamientos para todos los pacientes de esa institución”, advirtió el Dr. Alfredo Casaliba, presidente de la ARD, en la carta al mandatario.
Prestadores de distintas regiones coincidieron en que la situación es “insostenible” debido a que los insumos y el mantenimiento de equipos están dolarizados, los costos de traslado se dispararon y las demoras de pago del Ministerio de Salud provincial e IOMA superan los cuatro meses. “Nadie puede vivir sin dializarse. Si el Estado provincial no cumple su parte, tendrá que hacerse cargo de las consecuencias”, advirtió un centro de la zona oeste del conurbano.
En San Pedro, un prestador indicó que cerca del 30% de sus pacientes están cubiertos por Incluir Salud, uno de los programas con mayor demora en los pagos. En Bahía Blanca, otro administrador sostuvo que se trabaja “por debajo del costo real del servicio” y que “muchos centros ya han decidido no aceptar nuevos pacientes con cobertura del Ministerio”.
La ARD y la CATR reiteraron el llamado urgente al Gobierno bonaerense para que asuma su responsabilidad, cancele la deuda y actualice los valores antes de que la crisis derive en un colapso del sistema y consecuencias irreversibles para los pacientes.