El arzobispo de Mercedes – Luján llamó en su homilía a “poner la economía al servicio del pueblo” y advirtió que “nos sentimos agobiados porque hay exclusión y sufrimiento”.
El arzobispo de Mercedes – Luján, Agustín Radrizzani, llamó a “poner la economía al servicio del pueblo y no del dinero” en la homilía de la misa ecuménica por Paz, Pan y Trabajo que celebró hoy ante cientos de miles de trabajadores frente a la Basílica nacional.
Radrizzani señaló también como “tareas para este momento” fomentar “la cultura del encuentro basada en el diálogo, tejer relaciones que reconstruyen los vínculos sociales” y “unir a nuestro pueblo en el camino de la paz y de la justicia”.
“Dios y la Virgen nos están escuchando, recemos con confianza, sabemos que son muchos los que necesitan la fuerza de Dios, nos sentimos agobiados porque hay exclusión y sufrimiento”, expresó el arzobispo y llamó a “qué nadie quede afuera”.
“La grieta entre ricos y pobres es cada vez más grande”, advirtió y apuntó a las “estructuras de pecado”: “Mercados financieros que generan plata para pocos y miseria para muchos”. “El dinero debe servir y nunca gobernar, es imprescindible que los pueblos construyan una alternativa humana a la globalización”, instó.
“No nos dejemos robar el entusiasmo, la esperanza, la alegría permanente, la comunidad, el trabajo, el ideal del amor fraterno”, instó Radrizzani en el cierre de su homilía, en el que además dedicó un saludo a las madres en su día.
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