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La Inmaculada Concepción de la Virgen

Y llegamos a este domingo tan especial, que es 8 de diciembre, en que celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen.

Y cuánto sentido tiene ese saludo que acompañó tanto a nuestra gente desde siempre: “Ave María Purísima, sin pecado concebida”. Porque celebramos el milagro que se opera en el seno de Santa Ana, de concebir sin pecado original a la Madre de Dios. Es concebida sin la mancha del pecado original. Porque puro y sin mancha debía ser el receptáculo, de corazón y de puro para el Hijo de Dios.

En vistas de lo que iba a ser la Virgen, Ella es preservada del pecado original.

No podemos compararnos a esa Inmaculada Concepción pero podemos pedirle a Ella conservar la inocencia y la pureza de espíritu que muchos teníamos cuando hicimos la Primera Comunión, que en fechas como estas se realizaba. En mi caso hace ya 47 años de esto… Cada uno haga memoria de cuanta inocencia y sencillez de corazón, cuanta esperanza tenía, como queriendo remedar el corazón de la Virgen Santísima.

Y estamos en épocas de sencillez y preparación, como preparado fue todo el Ser de la Virgen Santísima.

Por eso estamos invitados a preparar hoy el árbol de Navidad. Y así como la Virgen es alborada de la redención, el árbol nos recuerda que el nacimiento está pronto.

La Cruz sin Cristo es un palo vacío. El árbol de Navidad sin un presente es solamente un chirimbolo.

A nuestras cruces hay que ponerle a Jesús y al árbol hay que rodearlo de un pesebre sin colocar al Niñito Jesús, que es el dueño de la fiesta, al que lo colocaremos el 24 por la noche. Estamos en Adviento, esperando su venida.

Qué buen momento este domingo para estar un rato distendidos y hacer en familia esta tradición, honrando  a la Madre de Dios, hacer juntos el arbolito.

Y juntos pedir por nuestra Patria como se hace hoy en Luján.

Que seamos constructores de puentes y no forjadores de abismos.

Que la Inmaculada Concepción, de cuyos colores nuestra bandera hace gala, bendiga e inspire los buenos sentimientos de cada uno de nosotros, para que desde nuestras familias, construyendo juntos este árbol navideño con un pesebre sencillo, nos lleve a la preparación del nacimiento del Hijo de Dios.

Bendecido y santo día de la Inmaculada Concepción.

Solos, en familia o con amigos, pero siempre con Jesús y la Virgen Santísima. Que Ella te bendiga.