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¿Cómo reanudar un emprendimiento después de una crisis?

La historia comercial de América Latina está signada por las crisis económicas de diversa índole. Sin embargo, hace poco nos vimos envueltos por una situación sin antecedentes: el hito histórico de una pandemia. Se vivió un período que, además de crítico, fue incierto.

En la actualidad, muchos emprendimientos nacen y otros reanudan sus actividades, tratando de sortear las consecuencias de la crisis sanitaria y, por consiguiente, económica. Sin embargo, surgen muchas inquietudes sobre qué estrategias poner en juego para dar pasos seguros.

En esta nota, compartimos algunas claves para reanudar un emprendimiento luego de una crisis.

Identificar las mejoras prioritarias

En primera instancia, es fundamental identificar los puntos que como negocio es prioritario reforzar. Uno de ellos es la administración financiera, y considerar incorporar un sistema de gestión como Xubio es buena idea. Este software ofrece soluciones contables de fácil uso como la emisión de facturas electrónicas, liquidaciones de sueldos masivas, ajuste por inflación automatizado, entre otras funcionalidades.

Otra posible mejora es la llegada al público objetivo, con el fin de lograr ventas dentro de lo inmediato. En ese caso, será útil buscar un community manager, diseñador o espacios de formación para potenciar la imagen de nuestro emprendimiento.

Definir roles

La definición de áreas de trabajo es fundamental para el éxito de un emprendimiento. Si bien es usual que en negocios pequeños todos los colaboradores conozcan todo el circuito, es importante diseñar una estructura de trabajo.

Por más pequeño que sea el equipo, es fundamental establecer áreas de funcionamiento. Así, la definición de roles permitirá la optimización y perfeccionamiento de las labores.

Desarrollar un plan a mediano plazo

Otra estrategia clave es establecer objetivos concretos, ya sea en base a los ingresos esperados,cantidad de producción, creación de prototipos o campañas de promoción. Una vez que estos estén definidos, será posible desarrollar un plan.

Esta planificación tiene el objeto de visualizar la trayectoria de nuestro negocio a corto, mediano y largo plazo. Esto posibilitará partir de pequeñas acciones concretas que nos conduzcan a metas que, en su conjunto, conducirán a la concreción de un objetivo mayor.

Evaluar los procesos

La revisión constante de los procesos es clave, y es de suma importancia dejar abierta la posibilidad de mejorar el plan siempre que no se cambie la estructura por completo. Si los resultados de una campaña promocional no fueron los esperados, podemos revisar.

Lo mismo ocurre con el desarrollo de prototipos, ya sea de bienes o servicios, por lo que es conveniente hacer pruebas de mercado. Respecto a la llegada al público, siempre podemos revisar el tráfico de nuestra web y las estadísticas de las redes sociales, entre otras herramientas.

Potenciar la comunicación

Tanto en el interior de nuestro emprendimiento como en la interacción con el público, siempre es posible hacer mejoras. De esta manera, cuanto más claridad e identificación logramos, mayor será la fidelización.

Para que un negocio pequeño tenga un recorrido exitoso, es fundamental el compromiso de los colaboradores y la conexión con el público. Si las estrategias que aplicamos no funcionan, siempre está la posibilidad de buscar ayuda profesional y sumar herramientas de comunicación.