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Con perrera y sin zoonosis no hay feliz día

Daniel Avelar y Sofia Marino junto a Débora Lacasa y su equipo.

Por Daniel Avelar. El 29 de abril celebramos el día del animal, por el fallecimiento del doctor Albarracin quien fue el quien impulsó la ley de protección de animales. Impidiendo su maltrato y estableciendo la obligatoriedad de la protección de los mismos.

En nuestra ciudad se pueden hacer campañas de castración o de adopción responsable.
¿Pero realmente esto alcanza? Y la respuesta es no, ya que el bienestar animal y la tenencia responsable va más allá de estas campañas.

Tenencia responsable, como las palabras lo indican, es “la condición por la cual una persona que convive con un animal, asume las obligaciones y responsabilidades de procurarle vivienda, alimentación, salud (o atención de la salud), contención y un buen trato durante su vida”. Dentro del bienestar animal existe lo que llamamos las cinco libertades que deben gozar nuestras mascotas, y representan un compromiso que se asume en el rol de tenedores responsables.

Tenencia responsable, como las palabras lo indican, es “la condición por la cual una persona que convive con un animal, asume las obligaciones y responsabilidades de procurarle vivienda, alimentación, salud (o atención de la salud), contención y un buen trato durante su vida”

1 – Libertad de alimentación e hidratación
Proporcionarles una alimentación apropiada según su tamaño y especie, disponer de agua potable a libre disposición para que no sufra una deshidratación.

2 – Libertad de ambiente apropiado
Tener en cuenta que el ambiente donde viven debe ser un espacio que satisfaga sus necesidades, debe ser un lugar enriquecido, que no les produzca sufrimiento ni estrés, por eso es importante que, si el ambiente es reducido, cuenten con paseos o salidas al aire libre, entre otras cosas.

3 – Libertad de buena salud
No debemos dejar que padezcan enfermedades o que permanezcan con heridas abiertas por mucho tiempo sin acudir al veterinario. Muchas veces, una herida no curada o no supervisada a tiempo conlleva un montón de otros problemas y dolores innecesarios. También debemos evitar dolores por necesidades fisiológicas insatisfechas.

4 – Libertad de bienestar emocional
Procuremos reconocer sus miedos, angustias y las situaciones que les causan estrés, permitiéndonos trabajar en ellas para que tengan una vida más saludable y con la menor cantidad posible de frustraciones.

5 – Libertad de expresar su comportamiento natural o normal
Se debe proporcionar un espacio y tiempo óptimo para llevar a cabo conductas de su repertorio comportamental, como por ejemplo levantar la pata para hacer pis, poder percibir olores del aire y suelo, caminar en otras superficies como pasto, ladrar para comunicarse y vincularse con su especie y con otras, para desarrollar una buena vida.
No debemos olvidar la importancia de las especies para nuestro ecosistema y nuestro medio ambiente.

Seguiremos pidiendo informes del funcionamiento de la dirección de zoonosis y de las condiciones en que se encuentran los amigos de cuatro patas que hay en la perrera municipal.

“Tener un animal en tu vida no te hace mejor persona, pero cuidarlo y respetarlo como se merece sí».