Laura Salzman
, quien es Presidenta del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, llamó a “repensar el rol de las y los nutricionistas” este 11 de agosto, Día de los y las Nutricionistas, una jornada destinada a honrar a los colegas que trabajan incansablemente por promover una alimentación saludable, accesible y de calidad, en pos del bienestar de la población.
No obstante, según la Presidenta del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, este día trasciende más allá de los saludos y celebraciones, invitando a un momento de reflexión sobre el origen de la profesión y las metas alcanzadas a lo largo del tiempo. En palabras de la Presidenta, «es un día para recordar cómo se inició nuestra profesión y para seguir repensando el rol del o la nutricionista que deseamos ser».
El 11 de agosto fue elegido como esta fecha en honor al nacimiento de Pedro Escudero, un médico pionero en el ámbito de la nutrición a nivel global. Aunque ha pasado mucho tiempo desde entonces, la profesión de nutricionista ha evolucionado y se ha consolidado de tal manera que ha dejado de ser un mero apéndice de la medicina, ganando una identidad propia y en gran parte, siendo ejercida por mujeres.
A lo largo de los años, los nutricionistas han asumido diversos roles, no solo en el ámbito médico, sino también en instituciones, comunidades y ámbitos psicosociales. Estos roles han presentado desafíos y problemáticas variadas, pero han sido abordados con éxito gracias a la amplitud del conocimiento y formación en nutrición. El aprendizaje constante y la transferencia de conocimientos se han vuelto pilares de la profesión.
A pesar de los avances y logros conseguidos, la Presidenta enfatiza que el camino no ha sido fácil. El crecimiento y desarrollo de la profesión han sido notables, pero han venido acompañados de retos significativos. En la actualidad, un aspecto crucial en la agenda de los nutricionistas es la mejora de las condiciones laborales, tanto para los profesionales independientes como para aquellos en relación de dependencia.
Otro punto esencial es la defensa ética y legal de la profesión. La Presidenta rechaza enérgicamente las prácticas intrusivas de individuos sin la debida titulación, que ponen en riesgo la salud de la población. Asimismo, se aborda la falta de conocimiento en relación a las competencias y alcances de la profesión, lo que puede llevar a una subestimación injustificada de la labor de los nutricionistas.
La Presidenta finaliza destacando la necesidad de celebrar los logros obtenidos hasta el momento y de afrontar los desafíos pendientes como un colectivo profesional unido. Se busca un futuro en el que la nutrición se expanda como campo, abrazando la diversidad y la integración.