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El estrés calórico (EC) afecta negativamente a la producción de carne y leche en bovinos al generar un estado de sufrimiento derivado de condiciones ambientales adversas, como altas temperaturas, radiación solar, humedad elevada y falta de viento. Este fenómeno es especialmente crítico en animales expuestos y susceptibles.
Para medir y categorizar el impacto del EC, se utiliza el Índice de Temperatura y Humedad (ITH, Thom, 1959), que permite identificar niveles de riesgo según una tabla de colores:
Verde: riesgo bajo
Amarillo: riesgo moderado
Naranja: riesgo alto
Rojo: emergencia
El EC provoca pérdidas productivas significativas, como la disminución en el consumo de alimento, la ganancia de peso, la calidad y cantidad de leche producida. En casos severos, puede generar alteraciones reproductivas y predisposición a enfermedades, e incluso llevar a la muerte del animal.
Recomendaciones para Mitigar el Estrés Calórico
1. Provisión de agua adecuada
Garantizar agua en calidad y cantidad suficientes, recorriendo aguadas y verificando el estado de los bebederos y su sistema de recarga.
Una vaca lechera consume entre 3 y 3,5 litros de agua por cada kilogramo de alimento seco ingerido, mientras que los bovinos de carne requieren entre 2 y 2,5 litros.
Durante episodios de EC, el consumo de agua puede aumentar entre un 30 y 50%.
2. Sombra para reducir la radiación directa
Implementar sombra natural (cortinas, montes o sistemas silvopastoriles) o artificial (tinglados o media sombra fija o móvil).
Se recomienda un espacio de sombra artificial de 3 a 5 m² por animal adulto.
Para vacas lecheras, es crucial que dispongan de sombra entre las 11 y las 18 horas en verano, lo que impacta directamente en la cantidad y calidad de leche.
3. Alimentación adecuada
Optar por dietas «frías», que generan menor calor en el proceso de digestión, y ofrecer alimento en horarios de menor temperatura y radiación.
Asegurar un control eficiente de los alimentos y de los animales para maximizar el aprovechamiento nutricional.
4. Manejo durante el calor
Evitar arreos y trabajos en corrales en los horarios de mayor temperatura y radiación.
En sistemas lecheros, adaptar los horarios de ordeñe para reducir el impacto del calor en la producción.
5. Sistemas de aspersión y ventilación
En la producción lechera, combinar aspersión y ventilación forzada en corrales de espera para disipar el calor corporal.
Ajustar el tamaño de las gotas y el tiempo de aspersión según la ventilación forzada, considerando la altura y distancia de los picos y la presión de distribución.
Beneficios de la Mitigación del Estrés Calórico
Tomar medidas contra el EC mejora el bienestar animal, reduce pérdidas productivas, incrementa la calidad de los productos y refuerza la imagen de sostenibilidad frente a los consumidores.
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Notas al pie:
1. Las dietas «frías» incluyen alimentos energéticos y proteicos de baja degradación ruminal, mientras que las «calientes» tienen mayor fibra, lo que aumenta la generación de calor.
2. Los animales en estrés térmico tienden a reducir el consumo de alimento y a modificar los horarios en los que prefieren alimentarse.