En medio de un paro general y movilizaciones que abarcaron todo el país, la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Mercedes encabezó una destacada manifestación, marcada por un cacerolazo que recorrió las calles céntricas de la ciudad este miércoles.
La iniciativa, que atrajo a entre 300 y 500 personas, se desarrolló como respuesta a diversas políticas gubernamentales, incluyendo el rechazo al DNU, el proyecto de ley ómnibus y el protocolo represivo que amenaza los derechos de manifestación.
La manifestación comenzó con una marcha por el centro de la ciudad, acompañada de cánticos y consignas, para culminar en un festival artístico y musical frente al Palacio Municipal en la avenida 29. La diversidad de participantes fue notable, con ciudadanos tanto autónomos como representantes de diversas organizaciones sociales de la ciudad, entre ellos, la Unión de Trabajadores de la Tierra, que montó un stand para vender productos agrícolas, y artistas plásticos que se sumaron con puestos a la movida.
Desde la Asamblea de Vecinos Autoconvocados, se leyó un documento que detalló las razones detrás del paro, haciendo hincapié en el rechazo a las políticas de ajuste del gobierno. Entre las principales preocupaciones destacadas se encuentran la inflación descontrolada, los precios de alquiler, la educación pública, la salud, los jubilados, la asistencia social y la preservación del medio ambiente.
El documento también expresó la oposición al denominado «apagón cultural» que, según la Asamblea, el gobierno intenta imponer, y se exigió una respuesta del Poder Judicial. La Asamblea de Autoconvocados y los vecinos de Mercedes han declarado su intención de continuar protestando hasta que caigan las políticas de ajuste y represión propuestas por el gobierno.
La movilización en Mercedes refleja el descontento y la resistencia de parte de la sociedad ante las medidas gubernamentales que, según los manifestantes, afectan negativamente a diversos aspectos de la vida cotidiana.