El sábado por la noche, la sala mayor del Teatro Argentino de Mercedes fue escenario de “Caminando canciones”, un espectáculo musical que reunió a destacadas voces y músicos de la ciudad, algunos de los cuales tienen trayectoria internacional. Con un público receptivo que casi llenó la sala mayor, la propuesta apostó por un recorrido sonoro emotivo, diverso y profundamente cuidado.
La reconocida cantante Virginia Altube, quien viajó especialmente desde Capilla del Monte, fue una de las protagonistas del show, que también contó con las valiosas y únicas interpretaciones de Marilina Erramuspe, Amalia Guaragna y Guillermo Altube.
En el plano instrumental, brillaron cada uno de los que estuvieron, aunque apostando al grupo más que a las individualidades, y cada uno tiene con qué: Manuel Maturo (teclados), Santiago Bustos Berrondo (guitarra y requinto), Damián Tessore (guitarra y bajo), Eduardo Cirillo (bandoneón) y Marcelo Giorgione (percusión) conformaron el plantel en escena.
El repertorio incluyó un cruce de géneros como boleros, tangos, música filipina, brasilera, folclore y rock nacional. La conducción del periodista y locutor Fernando Pachiani aportó el hilo que guio desde lo explicativo la velada.
El espectáculo comenzó con una introducción instrumental que dio paso a una canción de cuna filipina interpretada por Erramuspe, seguida por Guillermo Altube con una sentida versión de “Recuerdos de Ypacaraí”. Virginia Altube aportó su voz con “Todo se transforma”, de Jorge Drexler, y Marilina Erramuspe continuó con “La soledad y el mar”, de Natalia Lafourcade.
Luego llegarían los boleros “Abrázame así”, “Contigo en la distancia”, “Amar y vivir” y “Voy a apagar la luz”, con las voces de Altube y Guaragna alternando en versiones llenas de matices. También sonaron clásicos como “La vida es una moneda”, en la voz de Guillermo Altube, y “Berimbau”, de Vinicius de Moraes, interpretado por Erramuspe.
Uno de los momentos más emotivos fue el dúo entre los hermanos Altube con “Aquellas pequeñas cosas”. Y Amalia Guaragna deslumbró una vez más con su interpretación vocal en tangos como “El último café” y “Qué tango hay que cantar”, destacándose por una afinación y expresividad que recibió una ovación cerrada.
En la recta final, Guillermo Altube interpretó “Como dos extraños” y “Nada”, muy celebrados por el público. El cierre fue conjunto, con todos los artistas en escena interpretando “Himno de mi corazón”, de Miguel Abuelo, que fue coreado por toda la sala, dejando una sensación de comunión y celebración colectiva.
“Caminando canciones” no fue solo un concierto, sino una experiencia musical donde el talento individual se puso al servicio de un proyecto colectivo, sensible y poderoso.
«Lo tenemos armado y lo podríamos repetir», reflexionó tras el show consultado por este medio Manuel Maturo. Y ojalá se de. Fue un momento único y vitalizante, un show potente y comprometido con la sensibilidad, de los necesarios en los escenarios populares.
