Dentro de las terapias alternativas existentes, la historia de la aromaterapia es, sin duda, una de las más ricas y fascinantes de todo el mundo. Los investigadores han encontrado indicios de esta actividad desde la época del antiguo Egipto e incluso, la cultura griega clásica. Por eso, existen cientos de leyendas y mitos sobre cómo antiguos monarcas usaban este tipo de sustancias, como pócimas secretas para conquistar a esposas o esposos; o acerca de antiguos hechiceros o curanderos que lograban vencer enfermedades gravísimas, a través de ungüentos casi mágicos.
Algunos aseguran que el célebre médico griego Hipócrates se valía de este recurso para la cura de muchas dolencias. En este sentido, el sabio recomendaba el uso de los aceites esenciales en el cuerpo, que estaban realizados a partir de la flor, hoja o raíz de variadas hierbas, plantas, flores o árboles, a los que se les atribuía propiedades sanadoras o aliviadoras, para las distintas dolencias que existían entonces.
Y es que, este es precisamente el principio de estos tratamientos. Aprovechar los efectos positivos de las materias primas naturales y condensarlos en forma sintética. Así, estos elementos se valen de las bondades inherentes a estos productos naturales, concentrando y potenciando sus beneficios. En general, la forma de obtenerlos es a través de procedimientos basados en la destilación con agua o vapor.
Se trata de sustancias sumamente concentradas, lo que optimiza sus propiedades positivas. Muy pocas se utilizan sobre la piel directamente (siempre es recomendable consultar a especialistas); otras pueden inhalarse diluidas en agua y a través de un difusor; mientras que otras presentaciones permiten ser ingeridas. Todo depende de la materia prima de la que se ha originado el compuesto.
A pesar de que siempre es aconsejable utilizarlos con el asesoramiento de especialistas en medicina o cosmética, podemos mencionar algunos de los aceites más conocidos, que pueden usarse sin mayores problemas. Entre ellos, el extracto esencial de lavanda, para contrarrestar el cansancio y la irritación de la piel; el de orégano, como drenante o la menta o el romero para el cuidado del pelo.
Agradecemos a Agustina de Universo Garden Angels – Cosmética por brindarnos esta nota para nuestro portal.