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Hablar con El V: “El Santo Rosario”

Cuenta la tradición que corriendo el siglo XII, en España nace quién conocemos luego como Santo Domingo de Guzmán. Es Santo Domingo de Guzmán fundador de la Orden de Predicadores, que con la autorización del Papa Urbano III junto a San Francisco, por otro lado, son dos movimientos carismáticos que surgen en la Iglesia en ese tiempo.

Francisco con la pobreza evangélica y Domingo con la predicación evangélica. Es el distintivo de ambas órdenes. Domingo de Guzmán recorre las diversas zonas de Francia y de Italia, algo de España, pero fundamentalmente zonas de Francia e Italia en donde estaba extendida una herejía muy conocida en ese tiempo: los Albigenses. Sin encontrar un método para la evangelización, cuenta la tradición, cuenta la historia, que Domingo de Guzmán en oración y en un sueño recibe el regalo de la Santísima Virgen María de un instrumento para rezar, que con esto iba a lograr la evangelización de estas zonas que estaban con estas herejías.

Así es el surgimiento del Santo Rosario, que posteriormente con el correr del tiempo se va a estructurar en los tres grandes misterios que conocemos como gozosos, dolorosos y gloriosos, a los que San Juan Pablo II hace apenas unos pocos años agregó los misterios luminosos.

Son modos de comunicarnos y hablar con el Señor, con la intercesión de la Santísima Virgen invocando el Padrenuestro y diciendo 10 Ave María y un Gloria, y esto en una serie de cinco veces que hacen los cinco misterios de gozo, los cinco misterios de dolor, los cinco misterios de gloria, y los cinco misterios luminosos. Un modo de hablar con el Señor por intercesión de la Santísima Virgen, a quien la saludamos con las palabras del Ángel y posteriormente le pedimos que ruegue por nosotros en todo momento.

El Santo Rosario es muy extendido en nuestra Iglesia. Y ¿por qué hablamos hoy sábado? Porque precisamente así como el domingo es el día dedicado al Señor, y el domingo, con la santa misa, que vamos a leer mañana, la Iglesia como alborada de la salvación dedica desde siempre el sábado a la memoria de la Santísima Virgen.

Que este sábado sea entonces un día consagrado a la Madre de Dios. Que nos animemos a rezar al menos un misterio del Rosario para preparar el corazón para el domingo.

Que la Virgen de Luján te bendiga.